El Gobierno de Austria ha anunciado que su plan para realizar pruebas masivas a la población comenzará a principios de diciembre y arrancará por los profesores y los miembros de las fuerzas de seguridad, dentro de una primera remesa a la que seguirá otra en el mes de enero.

"Unos pocos minutos de prueba pueden prevenir varias semanas de confinamiento para todo el país", ha dicho el canciller, Sebastian Kurz, confiado en poder detectar a un gran número de personas contagiadas con este rastreo masivo y así "romper las cadenas de infección", según la agencia de noticias DPA.

El Ejecutivo destinará 50 millones de euros a la compra de siete millones de test de antígenos --el país tiene una población de 8,9 millones de personas-- y ha programado el inicio de las pruebas coincidiendo con el final del segundo confinamiento ordenado para contener el rebrote de casos de estas últimas semanas.

La participación en esta iniciativa es voluntaria, pero Kurz han apelado a la colaboración ciudadana para que sea lo más fiable posible, en la medida en que pueden suponer un primer paso para que Austria "recupere la normalidad" antes de que lleguen las vacunas.

Austria alcanzo su pico de casos de COVID-19 el 13 de noviembre, cuando superó los 9.500 positivos en un solo día. El Ministerio de Sanidad ha informado este viernes de 6.708 nuevos casos, mientras que 108 personas más han perdido la vida, hasta un total de más de 2.200 fallecidos desde el inicio de la pandemia, según medios locales.