Dos sirios residentes en España se sentarán este lunes en el banquillo de la Audiencia Nacional acusados respectivamente de integración en organización terrorista y enaltecimiento, por difundir en distintas redes mensajes ensalzando la yihad y buscar adeptos para la guerra santa.

Para el primero de los acusados, Hamdi A.B., la Fiscalía pide diez años de prisión por integración en organización terrorista o, de forma alternativa, ocho años por colaboración.

Según el Ministerio Público, el acusado, un "enfervorecido seguidor de Sadam Husein", publicó en las redes sociales material propagandístico de Daesh para amplificar el ideario de la organización terrorista y captar adeptos.

El hombre formaba parte de grupos y canales en WhatsApp y Telegram administrados directamente por miembros de Daesh desde zonas de conflicto, como Yemen, por lo que no se puede considerar que su actividad fuera "solitaria ni autodidacta".

Al investigarlo, se detectó el perfil de Facebook del segundo acusado en este juicio, Abdul H.C.M., amigo de Hamdi A.B., también residente en España y de origen sirio.

La Fiscalía lo acusa de un delito de enaltecimiento terrorista y pide para él tres años de cárcel por su "continua e intensa actividad en las redes sociales" para ensalzar y justificar las acciones de organizaciones terroristas yihadistas como Al Qaeda y el Frente Al Nusra.

Según el escrito de acusación, llevaba a cabo una labor de proselitismo de Al Qaeda para "recuperar para el Islam el esplendor y los territorios perdidos, la imposición de la Sharia, el derrocamiento de los gobernantes árabes colaboracionistas con Occidente, y con ello devolver a los musulmanes el orgullo y la dignidad que nunca debieron perder".

Tras este juicio, el jueves se sentará en el banquillo de la Audiencia Nacional Mohamed A.O., para el que la Fiscalía pide cinco años de prisión por enaltecimiento y auto-adoctrinamiento terrorista.

A través de Facebook y otra redes, según el fiscal, difundió durante años publicaciones, vídeos y fotografías en los que presentaba la yihad como el único camino para defender los derechos de los musulmanes y enaltecía la figura de los combatientes muyahidines, en ocasiones con materiales elaborados por Daesh.

En el registro de su domicilio y de sus dispositivos digitales, los investigadores comprobaron también que el acusado consultaba constantemente esos contenidos en internet.