La Audiencia Nacional ha acordado expulsar del primer juicio del caso Tándem a Juan Manuel León, acusado de participar en un presunto proyecto de espionaje encargado al excomisario José Manuel Villarejo, al no poder localizarle pese a las gestiones realizadas por su defensa.

"No hay forma de dar con él", ha reconocido en la segunda jornada del juicio la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, que ha consultado a todas las partes acerca de la posibilidad de apartarle de la vista oral y de juzgarle una vez se dé con su paradero.

La Fiscalía Anticorrupción, al igual que el resto de acusaciones, han estado de acuerdo, y han interesado que se le declare en rebeldía para poder continuar el juicio con respecto al resto de acusados.

En cambio, algunas defensas se han opuesto al considerar la decisión extemporánea pues, en su opinión, el tribunal debería haberla tomado ayer, cuando el letrado de este acusado ya anunció las dificultades con las que se estaba encontrando para dar con el paradero de su cliente.

La magistrada les ha recordado que ayer se le dispensó en espera de que el abogado le pudiese localizar y, es más, ha llegado a precisar al abogado del excomisario José Villarejo, principal acusado, que su patrocinado también está dispensado este jueves y no se sienta en el banquillo. "Se lo digo por si acaso no se había dado cuenta", ha ironizado la presidenta de la Sala.

Juan Manuel León se enfrenta a un petición fiscal de 12 años de prisión por delitos de descubrimiento y revelación de secretos en la pieza Pintor, un supuesto espionaje encargado a Villarejo por dos empresarios, uno de ellos Juan Muñoz, marido de Ana Rosa Quintana, para presionar a un exsocio por una deuda y lograr que él y su abogado, el juez inhabilitado Javier de Urquía, "modificaran su estrategia procesal" en un procedimiento judicial.

Según el auto en el que el juez instructor propuso juzgarle, León habría intervenido presuntamente en la obtención de imágenes íntimas de Urquía, supuestamente a petición de Villarejo y sus colaboradores.