La decisión de la prisión de Huelva de sacar al preso de ETA Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote', del módulo de aislamiento se traduce en que puede coincidir con un mayor número de presos en el patio, aunque disfruta de un máximo de tres horas fuera de su celda, igual que antes, y sigue solo en su celda a la hora de desayunar, comer y cenar, según han informado a Europa Press fuentes de Instituciones Penitenciarias.

El etarra condenado por los asesinatos de Miguel Ángel Blanco, Gregorio Ordóñez y Fernando Buesa, uno de los dirigentes de mayor peso dentro de la estrategia criminal de la banda terrorista, sigue clasificado en primer grado o régimen cerrado, el más duro, por lo que antes y ahora disfruta de un máximo de tres horas de patio al día, a pesar del cambio de módulo.

Hasta ahora coincidía con un máximo de otros tres internos en Huelva y, en adelante, puede hacerlo con varias decenas en las horas en las que esté en el patio. Al ser un interno clasificado en primer grado, no tiene acceso a permisos de salida.

Según las citadas fuentes, la decisión de que abandone el módulo de los primeros grados, los conocidos como módulos de aislamiento, es una prerrogativa que ha tomado directamente la dirección de Huelva, después de que hayan transcurrido dos años sin que 'Txapote' haya protagonizado ningún conflicto dentro del centro penitenciario andaluz.

En la decisión, según estas fuentes, no ha mediado políticamente ni la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ni el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que este lunes ha defendido que no se puede "orillar la ley" tras la derrota de ETA. En concreto, ha negado que se utilice la política penitenciaria y el traslado de etarras a cárceles más cercanas al País Vasco como "canje" para que EH Bildu apoye los Presupuestos.

En estos módulos de aislamiento suelen estar los presos más conflictivos, en algunos casos en aplicación del artículo 91.3 por advertirse riesgo para otros internos, funcionarios o para la propia vida del aislado. Dicho artículo del reglamento penitenciario permite que estén en "departamentos especiales aquellos penados clasificados en primer grado que hayan sido protagonistas o inductores de alteraciones regimentales muy graves".

El pasado viernes, la asociación de familiares de presos de ETA, Etxerat, valoró positivamente esta decisión, aunque la calificó como "insuficiente". En concreto, se referían a que "recientemente habían abandonado los módulos de aislamiento los presos de las cárceles de Estremera, Córdoba, Sevilla y Huelva", y que sólo quedaba en esta situación Jurdan Martitegi, en la prisión de Soto del Real (Madrid).

"Saludamos la decisión de sacar a los presos y presas vascas de aislamiento porque las condiciones de vida fuera de esos módulos son mejores, pero insistimos en que los movimientos que está realizando Instituciones Penitenciarias son insuficientes", sostuvo Etxerat, que añadió que los presos deben estar "al menos en segundo grado y muchos de ellos en libertad".