El presidente catalán, Pere Aragonès, ha hecho un llamamiento a la "unidad y a la máxima movilización" del independentismo para "rearmarse" ante la mesa de negociación con el Estado, convencido de que "2022 debe ser el año en que se empiece a desbloquear la resolución del conflicto político".

En la sesión de control en el pleno del Parlament, Aragonès ha reafirmado su "apuesta por una solución dialogada y negociada con el Estado", en respuesta al "escepticismo" hacia esa vía expresado por el jefe de filas de JxCat en el Parlament, Albert Batet, que ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de "no haber tenido nunca voluntad real de negociación".

"Hace dos años de la primera reunión de la mesa de diálogo. En dos años, dos reuniones... y las dos sin resultados", ha señalado Batet, para el que se constata que "la resolución del conflicto no forma parte de las prioridades" de Sánchez, con sus "evasivas para celebrar la próxima mesa de diálogo, aplazada sine die".

Es por ello que JxCat, socio de gobierno de ERC en la Generalitat, pero reticente a la mesa Estado-Generalitat, ha emplazado a "construir alternativas a esa mesa de diálogo, que no es de diálogo ni es de negociación".

Pero Aragonès ha esgrimido el diálogo como solución: "Estoy plenamente comprometido en la búsqueda de una resolución democrática y política al conflicto. La sociedad catalana es madura y quiere decidir su futuro libremente, sin represión y mediante una votación reconocida y que permita aplicar el resultado con un reconocimiento y acompañamiento de la comunidad internacional"

Insistiendo en que el Estado debe poner "sobre la mesa" su propuesta para resolver el conflicto, ya que la propuesta de la Generalitat es clara y basada en la "amnistía y el derecho de autodeterminación", Aragonès ha confiado en que "este 2022 debe ser el año en que se empiece a desencallar la resolución del conflicto político".

Por ello, en respuesta a esas dudas expresadas por JxCat, Aragonès ha pedido "abocar fuerzas a la máxima movilización y unidad entre fuerzas independentistas", para que el Gobierno central "tenga todos los incentivos para implicarse de forma más clara en este proceso de negociación".

En esa línea, ha confirmado que en los próximos días y semanas iniciará una ronda de reuniones con ERC, JxCat, la CUP y las entidades independentistas para "rearmar al independentismo" y "movilizar al máximo al país y su ciudadanía".

Una ronda de contactos aplaudida desde ERC, como ha expresado el presidente del grupo republicano, Josep Maria Jové, que ha pedido construir entre todas las fuerzas independentistas una "estrategia consensuada" para los próximos meses.

El presidente Aragonès precisamente ha avanzado que su plan para este inicio de año pasa por dar un "impulso de nuevo a la negociación con el Estado y multiplicar las acciones para que el Gobierno se implique más, desde la unidad independentista".

Una unidad que debe estar basada en "lo que compartimos" y desde "activos" como la "movilización y la transversalidad". "Es la mejor manera de que quienes cierran los ojos a esta realidad los abran de nuevo", ha aseverado el jefe de gobierno catalán.