El presidente catalán, Pere Aragonès, ha evitado posicionarse sobre la situación judicial de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, pero se ha mostrado "convencido" de que "cuando haya que tomar decisiones, todo el mundo tomará la que más convenga a la vocación de servicio público" y el "prestigio" de las instituciones.

En la sesión de control en el Parlament, los líderes del PP, Alejandro Fernández, y de Vox, Ignacio Garriga, han pedido a Borràs que dimita, tras quedar a un paso de juicio por prevaricación, fraude, falsedad en documento mercantil y malversación por "abusar" presuntamente de su cargo al frente de la Institució de les Lletres Catalanes, al adjudicar a dedo 18 contratos menores a un amigo.

Después de que Borràs asegurase ayer en rueda de prensa que "no tiene intención" de dimitir, Aragonès ha rehusado posicionarse claramente sobre el futuro político de la presidenta del Parlament, esgrimiendo su "respeto claro" a la división de poderes.

Pero sí ha sugerido: "Estoy convencido de que, para garantizar el buen servicio de la institución, para la defensa y el prestigio de las instituciones, en el momento concreto en que deba tomar decisiones, todo el mundo, cada uno de los que estamos de aquí, de forma individual y colectiva, tomará la decisión que más convenga a la vocación de servicio público", ha dicho el presidente catalán.

Una respuesta a la intervención del líder del PPC, Alejandro Fernández, quien minutos antes había dejado claro que su partido "no pone en tela de juicio" la presunción de inocencia de Borràs e incluso le había aconsejado que podría "defender mucho mejor" esa inocencia "dimitiendo como presidenta del Parlament".

Por su parte, el líder del grupo de Vox, Ignacio Garriga, ha considerado que Borràs debe dimitir por "un caso más de corrupción en el seno del separatismo". "No es más que el rostro actual del atraco ideológico que llevan décadas realizando desde las instituciones. Corrupción para lucrarse con el dinero de todos", ha señalado.

Aragonès ha tirado de ironía sobre el hecho de que esos grupos hayan usado la sesión de control al presidente "no para fiscalizar" la acción del Govern, sino para cuestiones que "no tienen nada que ver con esa acción o la capacidad del presidente", respecto a lo que ha recordado que su voto vale lo mismo que el de los otros 134 diputados.