El vicepresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Josep Cruanyes, ha asegurado que la sentencia del Supremo en el caso del "procés" supone un "acto de tiranía del Estado" contra el independentismo y ha reivindicado que los catalanes "no pueden aceptar" tal "ataque frontal".

"La sentencia ha confirmado que nos encontramos ante un acto de tiranía del Estado con una actuación de persecución contra el independentismo catalán", ha aseverado Cruanyes en rueda de prensa, tras criticar que los tribunales han "menospreciado absolutamente" el derecho de Cataluña "para autodeterminarse como pueblo".

El vicepresidente de la entidad ha reprochado que el Supremo penalice "cualquier acción parlamentaria", así como "las grandes manifestaciones" y a "quienes defienden ideas que el Estado considera impropias", y ha alertado del "peligro" de que se criminalice "la desobediencia civil con argumentos bastante absurdos".

Ha reprochado también que se hayan vulnerado principios esenciales como "el derecho a un juicio justo" y ha recalcado que el soberanismo catalán se encuentra "ante una acción global de formación delictiva".

Por ese motivo, ha avisado, la represión continuará "con acciones absolutamente injustificables como la detención de las personas vinculadas a los CDR" y con "las muchas otras personas que está procesadas" en la causa del 1-O.

Por su parte, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha lamentado que el Supremo "haya convertido el derecho a la autodeterminación en un delito" y que, "como no lo es", hayan llevado a cabo "una construcción jurídica de un relato falso" para cimentar la sentencia.

"La resistencia pasiva no ha sido nunca un tumulto", ha resaltado.

Ha denunciado además la suspensión "temporal, absolutamente arbitraria, injusta e ilegal" de los políticos condenados, que fueron apartados de sus respectivos cargos al ser imputados por rebelión, delito que finalmente no ha sido considerado por el alto tribunal.

"¿Ahora quién les repara este daño?", ha interrogado Paluzie, quien ha asegurado que "la mejor respuesta" del soberanismo a la sentencia es "reafirmar la lucha por la independencia" y salir a manifestarse a la calle.