Una reflexión sobre el concepto de libertad, con los derechos y obligaciones que contraen los profesionales de la escena, fundamentará la gala de los XXII Premios Max que se celebrará en Valladolid el 20 de mayo, presentará el actor Fernando Cayo y dirigirá la dramaturga segoviana Ana Zamora.

"La fiesta de la libertad" es el lema de esta gala itinerante que por primera vez visitará Valladolid, acogerá el Teatro Calderón y en la que Concha Velasco recibirá el Max de Honor como reconocimiento a una trayectoria de 65 años como actriz de teatro, cine y televisión.

La libertad "es un derecho del artista pero también hay que entenderla como la obligación que éste tiene de ser espejo de la sociedad y de contribuir a mejorar la sociedad en que vivimos", ha explicado este martes a Efe Ana Zamora, dramaturga y directora de la compañía Nao D'Amores.

"Hay que ser críticos y utópicos", ha resumido acerca del espíritu de una ceremonia que retransmitirá en directo La 2 de TVE y ha organizado la Fundación SGAE con la colaboración del Ayuntamiento de Valladolid y la Fundación de Universidades y Enseñanzas Superiores de Castilla y León.

Zamora, que desde la fundación de Nao D'Amores en 2001 ha estrenado una docena de espectáculos, combinará varios elementos en la organización de esta fiesta de las artes escénicas "para atrapar al espectador de la televisión", pero su desarrollo también se convertirá en "una declaración de principios de la profesión", ha precisado.

Reflejará además el espíritu y el temperamento de Castilla y León, comunidad que alberga la gala, como "una manifestación de lo que somos", con numerosas referencias "a nuestra identidad cultural" mediante rostros, voces y otros elementos que no ha querido desvelar, como si se tratara de "un viaje entre lo popular y tradicional" y el tiempo actual.

"Me interesa mucho el pasado, el presente y el futuro porque la vida y la libertad no se pueden entender sin revisiones ideológicas" de todas las épocas, ha resaltado esta directora especializada en la investigación y formación relacionada con el teatro inmediatamente anterior al Barroco.

Su obsesión es que la ceremonia no se quede en "algo vacío", en una mera entrega de galardones y una sucesión de agradecimientos porque "toda actividad teatral tiene que tener algo de pedagógico, didáctico, la capacidad de cuestionar cosas para que el espectador pueda llevarse algo a casa, y yo no renuncio a eso", ha afirmado.

En el cronograma de la fiesta "tendrá su gran momento" Concha Velasco en la ciudad que la vio nacer hace 79 años y donde tiene una calle con su nombre, la recuerda una placa de bronce en una de las columnas del Teatro Calderón, es Hija Predilecta, tiene su Medalla de Oro y los principales galardones de su Semana Internacional de Cine (Seminci).