El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha recriminado al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, que desde que asumió el mando único de las residencias de mayores de toda España no dictara "ni una sola instrucción" pero ahora se permita criticar a las comunidades autónomas su gestión durante la pandemia.

En declaraciones en La Sexta el alcalde ha señalado que las autonomías tienen derecho a preguntarse cuál ha sido el protocolo o las instrucciones dictadas por Iglesias para afrontar la crisis del conoravirus en las residencias de mayores desde que se arrogó con el marco único, ya que a su juicio al margen de criticar no ha tomado ninguna decisión.

"Quien no ha hecho absolutamente nada, quien no ha dictado una sola instrucción difícilmente puede venir ahora a criticar", ha insistido el regidor madrileño, que cree que "vendría bien" que en el tema de las residencias el Gobierno central "echara una mano".

Almeida ha elogiado la decisión de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, de "no escurrir el bulto" e investigar qué ha sucedido en las residencias de mayores de la Comunidad, donde desde marzo han muerto casi 6.000 residentes con coronavirus confirmado o con síntomas de padecerlo.

"La situación no se puede volver a repetir", ha afirmado el alcalde, que cree que hay que saber exactamente lo que pasó y, sin perjuicio de que se diriman las responsabilidades correspondientes por los errores que se pudieran haber cometido, esa investigación debe permitir sentar las bases para evitar que algo así vuelva a suceder.

Respecto al paso de Madrid a la fase 3, que se plantea para cuando ya acabe el estado de alarma el próximo 21 de junio, el alcalde ha señalado que la ciudad tiene que "extremar las precauciones" porque "esto no está ganado". "Podemos dar pasos adelante, pero no pasos atrás", ha dicho, antes de hacer un llamamiento a los madrileños para que sean responsables al final de la desescalada.

También se ha mostrado convencido de que una vez que se pueda viajar por todo el territorio nacional los madrileños serán "bien recibidos" en cualquier otra región, sin recelos por que puedan ocasionar algún brote de contagios, porque si las autoridades creen que se puede circular "será porque estamos en las mismas circunstancias que otros".

Finalmente, preguntado por el archivo de la causa abierta por las manifestaciones celebradas en Madrid del 5 al 14 de marzo pese al coronavirus, sobre todo la del 8M, ha reiterado su "respeto total y absoluto a las resoluciones judiciales", que deberían tramitarse desde el inicio hasta el final "sin interferencias".

La magistrada titular del juzgado de instrucción número 51 de Madrid defendió en su auto que no hay "suficientes indicios de delito" para seguir investigando al único imputado, el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, por un posible delito de prevaricación administrativa porque nadie le avisó del riesgo que corría la población si asistía a manifestaciones esos días. Pero está convencida de que esos eventos aumentaron "indiciariamente" el riesgo de contagio y pese a ello Franco mantuvo una "permanente y absoluta inactividad jurídica".

"La juez ha demostrado que estaba al margen de todo tipo de presiones, que solo quería investigar y tomar la decisión que en derecho correspondiera", ha recalcado el alcalde, que ha dicho no entender que durante el proceso "algunos se pusieran tan nerviosos".