Alfonsa García Ayala, catedrática de Biología Celular y decana de la Facultad de Biología de la Universidad de Murcia (UMU), se convirtió anoche en la sexta mujer que ingresa como Académica de Número en la Academia de Ciencias de la Región de Murcia (ACCRM).

Un emotivo acto que volvió a reunir a académicos, autoridades y familiares en un mismo espacio: el Aula de Cultura de la Fundación CajaMurcia. García Ayala recordó con sus palabras el papel esencial que han jugado los investigadores de todo el planeta para superar la crisis sanitaria: "En el último año se ha demostrado, una vez más, que la ciencia es la mayor empresa colectiva de la humanidad, ofreciendo soluciones a las necesidades de la sociedad y a los desafíos mundiales".

Una labor en la que involucró no solo a los desarrollos más llamativos, sino también a los pequeños avances que cada día se generan en los laboratorios y permiten comprender mejor el mundo que nos rodea. "Se ha comprobado la importancia de la investigación básica ya que, si no hubiese habido resultados previos sobre las novedosas vacunas de ARN, habría sido imposible obtenerlas en tiempo récord", defendió la también investigadora principal del Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB).

AVANCES EN ACUICULTURA

García Ayala repasó a lo largo de su discurso tres relevantes investigaciones de sus 35 años dedicada a la biología. La primera de ellas orientada a garantizar el bienestar animal y a mejorar el proceso de sacrificio de los peces para conseguir así un menor estrés para la especie, al tiempo que extienden la vida útil del producto.

Contó, como segundo avance, la manera en la que consiguieron reproducir por primera vez en acuicultura la lecha mediterránea o el pez limón, una especie con gran interés comercial.

El último de los ejemplos estuvo destinado a conocer otra aplicabilidad de los peces: su función como modelo en biomedicina. Sus investigaciones más recientes están destinadas a estudiar el impacto de los estrógenos en la respuesta inmunitaria de los peces; unos avances que le han llevado a estudiar las enfermedades inflamatorias humanas empleando como modelo el pez cebra, con más de un 70% de identidad con las personas.

"Varias veces oí a Margarita Salas decir que no hay distinción entre la ciencia básica o la aplicada, sino que hay buena ciencia que puede ser aplicada. Estoy convencida de esta afirmación y mi actividad investigadora ha sido un claro ejemplo de ella", cerró la académica electa.

El discurso de contestación corrió a cargo de Isabel María Saura Llamas, catedrática de Química Inorgánica de la UMU y también Académica de Número de la ACCRM. "Alfonsa ha formado parte de la generación que ha construido la Universidad de Murcia tal y como la conocemos, la que tiene claro de dónde venía y más claro aún a dónde ha querido llegar. Conoce perfectamente la docencia, la investigación, la transferencia y la divulgación científica y es experta en gestión universitaria. Lo hace todo, lo hace todo bien y lo hace con una sonrisa en la boca, sin enfadarse cuando surgen obstáculos. Es una trabajadora comprometida y prácticamente incansable, por lo que será un miembro especialmente valioso para la Academia", resaltó con orgullo su compañera.

TIEMPO, FINANCIACIÓN Y RESULTADOS

El acto de investidura concluyó con la intervención del presidente de la Academia de Ciencias de la Región de Murcia, Ángel Pérez Ruzafa, quien resaltó que "cada vez con más frecuencia nos vemos inmersos en la necesidad de que la ciencia nos resuelva problemas en los que nos va la supervivencia de las personas, la economía o nuestra calidad de vida. La degradación del Mar Menor, la pandemia de la COVID-19 o la erupción del volcán de La Palma, todas han requerido de diagnósticos aceptados y soluciones que deben ser inmediatas. Entonces, como de Santa Bárbara, nos acordamos de la ciencia".

Durante el discurso final, Pérez Ruzafa recordó que es en los momentos críticos cuando se plantea destinar fondos a la investigación, ignorando que el tiempo es un factor más limitante que la propia financiació, y que la anticipación y la inversión previa en equipos formados e infraestructura es lo que realmente permite tener listas las respuestas cuando se necesitan.

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"Nuestros políticos y gestores deberían comprender y aprender que la anticipación es la clave de la supervivencia, muy por encima de la mera capacidad de resolver un problema, que, de hecho, estará muy limitada si no ha habido un trabajo previo, largo y silencioso", añadió.

Asistieron al acto otras autoridades como el rector de la UMU, José Luján, junto a su equipo rectoral; el director general de Universidades, Christian de la Fe; el director de la Fundación Séneca-Agencia de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia, Antonio González, y el presidente del Consejo Social de la UMU, Juan Antonio Campillo. También acompañaron a la catedrática numerosos compañeros de profesión y familia que completaron el aforo.