El nuevo presidente de Argentina, Alberto Fernández, hará su primer viaje oficial a Israel, para participar en un foro internacional sobre el Holocausto, coincidiendo con el quinto aniversario de la muerte del fiscal Alberto Nisman, que investigaba el atentado perpetrado en 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).

La intención de Fernández es asistir al Foro Internacional de Líderes en Conmemoración del Día Internacional de Recuerdo del Holocausto y la Lucha contra el Antisemitismo, que se celebrará el próximo 23 de enero en el Museo de Yad Vashem, en Jerusalén.

"La comunicación oficial del destino del primer viaje presidencial al exterior fue realizada por el secretario general de Presidencia, Julio Vitobello, a la embajadora de Israel en Argentina, Galit Ronen", ha precisado la Casa Rosada, según informa el diario local 'La Nación'.

El último viaje a Israel de un presidente argentino fue el de Carlos Menem en 1990. Mauricio Macri visitó el Estado judío en 2014, un año antes de llegar a la Casa Rosada. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, le invitó a hacerlo ya como mandatario en 2016, cuando recaló en Argentina, pero el viaje se fue postergando por distintas razones.

El anuncio se produce en una semana marcada por el quinto aniversario de la muerte de Nisman, que se cumple este sábado. El fiscal apareció muerto en su piso de Buenos Aires con un disparo en la cabeza en lo que primero se investigó como un suicidio, aunque finalmente la Justicia determinó que se trataba de un homicidio.

Nisman murió pocos días después de presentar una denuncia contra la entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en la que acusaba a la ahora vicepresidenta de llegar a un acuerdo secreto con Irán para desviar la investigación judicial de los sospechosos iraníes del atentado contra la AMIA a cambio de la compra de grano argentino.

El atentado tuvo lugar el 18 de julio de 1994 contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina en Buenos Aires. Hubo 85 muertos y más de 300 heridos, lo que le convierte en el mayor ataque terrorista en la nación austral.