El Departamento de Estado estadounidense ha expresado que está "profundamente consternado" por los indicios de presuntas violaciones cometidas de forma sistemáticas en campos de internamiento para uigures y otras minorías étnicas en la región china de Xinjiang.

En declaraciones a la prensa, una portavoz del Departamento ha recalcado que deben tomarse medidas para hacer frente a las "atrocidades" cometidas en la zona. Así, ha matizado que se trata de "crímenes contra la humanidad y genocidio" y ha lamentado que dichos actos "golpean la conciencia y deben acarrear a graves consecuencias", según informaciones de la cadena CNA.

Sus palabras han tenido lugar después de que la BBC publicara una serie de informaciones sobre presuntas violaciones, abusos sexuales y tortura en dichos campos. La cadena británica ha indicado que, tal y como indican los testimonios, se habrían producido violaciones en grupo de forma "sistemática".

La portavoz estadounidense ha reclamado la apertura "inmediata" de investigaciones independientes por parte de "observadores internacionales" para analizar la situación en Xinjiang.

El Gobierno chino, por su parte, ha negado estas acusaciones y ha reiterado que dichos campos tienen como objetivo reinsertar en la sociedad a extremistas islamistas y separatistas. Desde el Ministerio de Exteriores del gigante asiático aseguran que dichos testimonios son "falsos" y que los supuestos testigos no son más que meros actores.