Un acusado ha aceptado este miércoles una condena de tres años de cárcel, tras llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, por mostrar afinidad con organizaciones terroristas a través de diferentes redes sociales, desde donde estaba suscrito a contenidos que alababan la labor del Dáesh.

El acusado, que se enfrentaba a una petición de la Fiscalía de siete años de cárcel, una multa de 4.800 euros y el cierre de los perfiles de diversas redes sociales, ha negado al comienzo de la vista, celebrada en la Audiencia Nacional, ser culpable de los hechos encausados, y ha rehusado a aceptar el acuerdo, tras lo que su letrado ha solicitado al tribunal la suspensión del juicio.

El abogado de la defensa ha explicado a la Sala que no estaba preparado para celebrar el juicio, ya que su representado en todo momento había manifestado que aceptaría el acuerdo, por lo que ha interesado la suspensión, además, para que el acusado tuviera oportunidad de conseguir un nuevo letrado.

El presidente de la Sala ha rechazado suspender la vista, amparándose en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, y ha determinado que continuara la celebración del juicio como se había señalado.

No obstante, momentos después y tras ser preguntado nuevamente, el acusado finalmente ha reconocido los hechos y ha aceptado la condena acordada como autor de un delito de autoadoctrinamiento del terrorismo, así como un año de libertad vigilada.

El fiscal ha sostenido que la "creciente identificación" del acusado, que residía en Majadahonda (Madrid), "con los grupos seguidores del movimiento yihadista global y con las actividades violentas de los mismos" se ha podido comprobar con el análisis de sus publicaciones y de las cuentas a las que seguía.

Ha añadido que consiguió "información relacionada con "actividades armadas, técnicas de entrenamiento y armamento, forma de encriptar mensajes" de diversos grupos y doctrina que les inspira a través de las páginas consultadas, los vídeos a los que presuntamente accedía y las conversaciones mantenidas en diferentes chats.

El fiscal ha indicado que el acusado "consultaba frecuentemente páginas sobre el manejo de drones y disponía de uno, con el cual había grabado actividades públicas de la ciudad donde vivía" y también "había consultado aplicaciones sobre la conducción de camiones".

Ha considerado que el perfil de Telegram del acusado es el "más explícito en cuanto a la exhibición de la iconografía del autodenominado Estado Islámico y de imágenes que muestran una adhesión a estética del combatiente propia de Dáesh".

Asimismo, resalta su participación en la creación de una página en Facebook con el nombre de "una de las agencias propagandísticas más potentes de Dáesh responsable de la difusión de material propagandístico de la organización terrorista".

En ese sentido, ha hecho hincapié en que entre los seguidores del acusado en Facebook había algunos con "un perfil identificable" con miembros de Dáesh y ha resaltado vídeos en sus redes que "contienen iconografía y contenidos que expresan adhesión al mensaje y a la labor de Dáesh", así como comentarios en los que muestra "afinidad con organizaciones terroristas".