El agente encubierto que participó en la operación contra una supuesta célula yihadista de Ceuta que es juzgada en la Audiencia Nacional ha explicado que la mujer acusada le dijo por Whatsapp que viajarían en pareja a Siria para "simular" que era "un viaje normal" de turismo "y no levantar sospechas".

Este agente ha testificado hoy en el juicio contra los cuatro miembros de la célula afincada en el barrio ceutí de El Príncipe detenidos en noviembre de 2016 que se dedicaban a la captación de menores para la "causa yihadista" y que se enfrentan a una petición fiscal de entre 3 y 10 años de prisión.

Entre los acusados figura una mujer, Rhimou B. alias Rahma y Umm Omar, que un año antes había intentado viajar a Siria pero no llegó a cruzar la frontera desde Turquía porque fue detenida, tras lo que se le devolvió a España pasados dos o tres meses, cuando alegó una "historia rocambolesca" -según otro agente que ha declarado hoy- sobre "una mafia de trasplantes de órganos en centros de reclusión de extranjeros" que nunca se llegó a probar.

El agente ha explicado que con el tiempo vieron que esa historia "era una estrategia para cubrirse si no llegaba a Siria", pero en ese momento quedó en libertad y los investigadores perdieron interés en ella hasta que en verano de 2016 contactó con el agente encubierto.

La mujer era prima de dos hombres que se inmolaron en Siria causando la muerte a más de 80 personas y amiga del marroquí fallecido en Siria Mohamed Hamduch, conocido como "Kokito" o "el decapitador de Castillejos".

Según ha explicado el agente encubierto, a quien se le ha distorsionado la voz en el juicio para que no fuera reconocible, Rhimou contactó con él en junio de 2016 por teléfono a través de un "mujahidin" asentado en Siria, alias Abu Omar, con el que el policía mantenía ya conversaciones.

Por mensaje, le propuso que se casara con ella y que viajaran juntos a Siria para unirse al Dáesh, ha relatado el agente, quien ha detallado que la mujer tenía pensado cómo hacerlo con detalle y evitando los errores que había cometido en el primer intento fallido de un año antes.

"Ella lo tiene bastante claro, desde el principio manifiesta que su intención es irse para allá, hacerlo con seguridad para no cometer los errores que cometió en el pasado", ha dicho el agente, y ha añadido que le dijo que "ella era muy buena haciendo turismo" y que tenía la idea de comprar billetes de ida y vuelta y visitar museos para simular que iban de vacaciones.

En octubre de ese año, un mes antes de las detenciones, la mujer le comunicó al policía que había "más personas interesadas" en ir a Siria, que el viaje "se estaba haciendo de una manera muy coordinada" y que la información que se daba a cada uno de los que se desplazaban era "muy estancada", de manera que solo sabía sus propios planes.

Ella, ha explicado, le dijo que "tenía capacidad de hacerlo bien para que todos fuéramos con seguridad". "No estaba organizando solo mi viaje y el suyo propio, sino el de más personas de Europa", ha agregado.

La mujer y los otros tres acusados -Hakiin M., Ilias M. y Hakiin M.- se reunían en "la tienda del guantanamero", regentada por el conocido como talibán español, Hamed Abderrahman Ahmed, Hmido, líder de la célula de la que parte este grupo de yihadistas, y hoy ha declarado otro policía que analizó los pinchazos que se hicieron en ese establecimiento.

Como conclusión, el agente ha dicho que "existe una adscripción totalmente personal" de los cuatro al Dáesh "y se consideran pertenecientes a esa organización ellos mismos, sin necesidad de tener el placed de ningún líder".

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El juicio proseguirá mañana a las 10.00 horas con la declaración de peritos.