Cs ha presentado una queja a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, por "negar la palabra" en la sesión de control a Inés Arrimadas, que le pedía una explicación sobre el alcance de la libertad de expresión en el hemiciclo: "No se da la palabra a la oposición por no ser amigos del Gobierno".

Una queja formal que han presentado a la Mesa del Congreso, ha explicado el portavoz adjunto del grupo parlamentario, Edmundo Bal, en declaraciones en el patio de la Cámara, después de que Arrimadas solicitara hablar a continuación del presidente del PP, Pablo Casado, que ha intervenido para pedir que cesaran en el hemiciclo las críticas al rey.

Batet no ha permitido que Arrimadas hablara y ésta tan solo ha podido decir que la presidenta del Congreso estaba "quedando mal defendiendo a Rufián", el portavoz de ERC que en el pleno ha asegurado que Vox no tiene 52 diputados, "en realidad tiene 53, uno en la Zarzuela".

Según Bal, Arrimadas sólo pretendía que Batet aclarara "si vale todo, si hay barra libre y se puede decir lo que a uno le dé la gana faltando al respeto debido a las instituciones del Estado", y explicara hasta dónde llega la libertad de expresión y qué se considera "una ofensa" al jefe del Estado o a cualquier otra institución.

Las mismas aclaraciones que Cs demanda en el escrito que ha remitido a la Mesa donde además solicita que éstas se voten en este órgano.

"Es grave que se permitan las ofensas al jefe del Estado dentro del hemiciclo, pero es muy grave que no se conceda la palabra a un partido de la oposición", ha señalado Bal al subrayar que esto "atenta frontalmente contra los principios de la democracia".

Batet, ha insistido, "ampara a estas personas porque son amigos del Gobierno y no permite que la oposición tome la palabra".