Alicia López

Ciudadanos se ha anotado en el marcador otra victoria electoral en Andalucía, al pasar de nueve a 21 escaños, lo que le permite coger impulso para las citas con las urnas previstas para el año que viene, incluso las no previstas como pueden ser unas generales.

Aunque no han conseguido adelantar al PP, como algunas encuestas pronosticaban, se han quedado a solo cinco diputados de lograrlo y supone, en todo caso, un triunfo importante que Cs consigue en sus segundas elecciones andaluzas.

Elecciones con un tablero muy complicado y un tanto envenenado para las aspiraciones del partido naranja por la irrupción de Vox, que salta de cero a doce diputados y se convierte en una opción a tener en cuenta a la hora de cumplir con la aspiración de Cs de gobernar en Andalucía.

Si se cumplen esas aspiraciones, puede ser la primera comunidad en la que Cs podría entrar a gobernar y además lo haría en la comunidad de más peso por tamaño y que es clave para sus planes electorales del año que viene.

Con la jornada electoral de hoy, el partido naranja coge carrerilla para 2019 y permite afianzar la carrera de Albert Rivera, que lleva cuatro años de recorrido como líder nacional y suma dos tantos importantes en este tiempo.

Primero, la victoria de Inés Arrimadas en Cataluña en 2017, aunque no puedo gobernar por la suma de los partidos independentistas, y ahora el fuerte crecimiento que Cs ha conseguido en Andalucía, donde ha escalado hasta el tercer puesto superando a Adelante Andalucía (la marca de Podemos).

Las elecciones andaluzas han sido las primeras autonómicas con una clara lectura nacional y sin duda ha sido Ciudadanos la fuerza que ha salido mejor parada, al margen de Vox.

No obstante, los movimientos que Cs haga a partir de este momento para poder gobernar en Andalucía, sobre todo con la ultraderecha de Santiago Abascal, pueden tener consecuencias sobre su futuro electoral.