Las organizaciones agrarias han defendido este miércoles que no se "criminalice" la ganadería intensiva porque en España todas las explotaciones "cumplen la legalidad" y además una producción exclusivamente extensiva sería insuficiente para garantizar el abastecimiento de carne.

Los representantes del sector han lamentado las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, al diario británico The Guardian sobre las macrogranjas durante la presentación de una manifestación en Madrid, el próximo 20 de marzo, en la que agricultores, ganaderos y cazadores reivindicarán respeto y apoyo al mundo rural.

El presidente de Asaja, Pedro Barato, ha recalcado que las palabras de Garzón son "irresponsables" y reflejan el "desconocimiento del sector" y de los "sacrificios de los ganaderos": "En cualquier país, un ministro que hablara así duraba medio minuto".

Barato ha añadido que en España el concepto de macrogranja "no existe" y que dentro de la ganadería es frecuente que en algunas fases de la cadena productiva, como el cebo, se recurra a prácticas como la estabulación, propias de la ganadería intensiva.

"Muchas pequeñas y medianas explotaciones no tienen otra posibilidad", ha añadido Barato, además de recalcar que con un modelo ganadero exclusivamente extensivo "es imposible alimentar al mundo".

"En España, un 80 % de la producción se hace en intensivo porque no se puede hacer de otra forma", ha añadido Barato.

Por su parte, el secretario general de COAG, Miguel Padilla, ha pedido que no se "criminalice" la ganadería intensiva.

Ha recordado que esta organización agraria está en contra de la "uberización" del campo y que si hay fondos especuladores que se aprovechan de la ganadería "ese no es nuestro modelo"

Según datos de Asaja, en España hay 996.000 explotaciones ganaderas, que generan 27.000 millones de euros, el 2,4 % del PIB y 700.000 empleos (entre producción y transformación).

Por su parte, el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ha abogado por hacer pedagogía, porque los ganaderos "lo están pasando bastante mal" por cuestiones como los costes y la baja remuneración por sus productos.