La presidenta del Puerto de Barcelona, Mercè Conesa, ha pedido que los objetivos de reducción de emisiones que se impongan a la infraestructura sean "alcanzables" y ha aseverado que la entidad sólo puede hacerse responsable de la huella ecológica del interior del recinto.
"Pedimos objetivos que sean alcanzables porque si no puede llevar a la frustración y la esperanza muerta", ha señalado durante la primera Cumbre Catalana de Acción Climática, que se celebra este viernes en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) Barcelona.
Conesa ha exigido que las medidas para reducir las emisiones contaminantes se impulsen "desde el incentivo y no desde la penalización" y ha recalcado que sólo puede atribuirse al Puerto la responsabilidad por la huella de carbono, sobre la tiene potestad para actuar.
"El Puerto de Barcelona supone el 7,6 % de las emisiones de la ciudad y sobre este 7,6 % actuará de forma contundente", ha subrayado antes de agregar que tratará también de "incidir sobre la cadena logística".
No obstante, ha continuado, "si atribuimos al Puerto de Barcelona las emisiones de toda la cadena, éste podrá incidir poco porque sólo puede actuar en aguas abrigadas y en lo que ocurre dentro de su territorio", ha señalado.
Conesa se ha expresado así después de la polémica del pasado miércoles con el Ayuntamiento de la capital catalana, al que acusó de "manipular" los datos de emisiones de CO2 de la actividad portuaria y defendió que las cifras aportadas por el consistorio estaban "muy lejos" de la realidad.
Según la infraestructura, las emisiones directas e indirectas de CO2 de la actividad portuaria representan unas 315.000 toneladas anuales, mientras que el Ayuntamiento las cifró en más de 5,3 millones de toneladas al incluir también las emisiones de todas las cadenas logísticas y de transporte internacionales donde intervienen barcos que han hecho escala en el puerto en un año.
"Acotemos bien las emisiones de la propia infraestructura e incentivémosla a trabajar para consensuar objetivos concretos", ha insistido.
Asimismo, ha recordado que el Puerto trabaja con la meta de reducir el 50 % de las emisiones de CO2 hasta 2030 a través de un plan de electrificación que comenzarán a desplegar este año para que todos los barcos que atraquen en la infraestructura tengan la obligación de estar "enchufados".