Unidos Podemos ha avisado al Gobierno que "no venderán humo" sobre el sistema público de pensiones y ha advertido de numerosas discrepancias respecto a las recomendaciones que los socialistas urgen cerrar en el Pacto de Toledo.

Varios miembros de la formación morada han señalado a EFE sus diferencias en torno a la separación de fuente de financiación, al refuerzo de la contributividad o al establecimiento de un indicador sobre suficiencia.

"Habrá votos particulares", han incidido desde el grupo parlamentario, que consideran que las recomendaciones que plasmará el Pacto de Toledo son "papel mojado" con otro Gobierno al tiempo que critican que el Congreso pida acabar con las bonificaciones o reducciones y que los Presupuestos de 2019 recojan lo contrario.

La realidad es que las cuentas públicas presentadas incumplen muchos de los acuerdos firmados con Podemos, afirman.

Ponen como ejemplo que mientras su pacto pide revisar las bonificaciones a la contratación con el objetivo de reducirlas, garantizando el mantenimiento de aquellas que tienen como finalidad la inserción en el mercado laboral de los colectivos con especial vulnerabilidad, los Presupuestos amplían las bonificaciones en las cotizaciones sociales para determinados contratos como fijos discontinuos en el sector turístico o parados de larga duración.

Lo cierto es que en las últimas horas se han intensificado los contactos entre el Ejecutivo y su principal apoyo presupuestario para cerrar un acuerdo laboral y en pensiones que frene las movilizaciones sindicales previstas para mañana.

Sin embargo, en el Congreso, Unidos Podemos sostiene que hay demasiados asuntos sin resolver, como la reforma del Estatuto de los Trabajadores, la del Régimen de Autónomos o la del Pacto de Toledo.

Denuncian que el Gobierno hable de la derogación del índice de revalorización de las pensiones del 0,25 % pero que en el real decreto aprobado se establezca que en los seis primeros meses de 2019, y en el marco del diálogo social y de acuerdo con el Pacto de Toledo, se diseñe un mecanismo de revalorización de las pensiones que garantice el mantenimiento de su poder adquisitivo.

"Y tampoco hablan de derogar el factor de sostenibilidad (ligado a la esperanza de vida)", comentan las fuentes de Podemos que insisten que no harán el juego a PP y Cs para "blanquear el Pacto de Toledo".

De momento continúan los trabajos en la comisión parlamentaria con la intención de poder cerrar cuanto antes un nuevo listado de recomendaciones, entre los que con toda seguridad se pedirá acabar con el déficit de la Seguridad Social en 2025, más transferencias del Estado al sistema para aumentar sus ingresos, y más protección a las mujeres con sus carreras de cotización.

Además se está planteando endurecer el acceso al fondo de reserva y atender mejor las pensiones asistenciales, aunque la gran discrepancia entre PP, Cs y PDeCAT con el PSOE y Podemos está en la recomendación sobre suficiencia, en establecer claramente o no un indicador que marque lo que es una pensión digna.

Unidos Podemos pide un indicador de pobreza que vaya ligado a la recomendación de la Carta Social Europea que insta a que ninguna renta pueda estar en la exclusión social y hace una proyección para que la pensión suficiente se establezca en 1.080 euros.

El PP, sin embargo, aboga por no discutir la cuantía y que sea el Gobierno de turno el que aclare cuánto debe subir, en función de la pensión media y del salario medio.

Otra de las grandes discrepancias que separan a Podemos del PP, Cs, PDeCAT y del PNV son los planes de pensiones complementarios, ya que la formación morada solo acepta que sean voluntarios y no desgraven.