Apuesta por derogarla y aprobar otra para endurecer el despido, limitar la temporalidad y los cambios "unilaterales" en los contratos

Podemos alerta de que una nueva crisis volverá a disparar los despidos gracias a las facilidades introducidas en la reforma laboral de 2012, por lo que cree necesario derogarla por completo, hacer "borrón y cuenta nueva" y, a partir de ahí, "abrir un nuevo diálogo con los actores sociales" para endurecer las condiciones del despido y limitar la temporalidad.

"No queremos volver atrás a lo que había en 2007, hace falta una nueva reforma laboral, pero esta debe adoptarse sobre la base de la derogación para posibilitar un reequilibrio de las relaciones laborales", afirma el responsable económico de Podemos, Nacho Álvarez, en una entrevista concedida a Europa Press.

En ella, Álvarez apuesta por "poner punto y final al uso indebido de los contratos temporales", declarando nulos los despidos cuando no se formalizaran para tareas temporales, "reequilibrar la negociación colectiva" y "terminar con la capacidad unilateral" del empresario para "alterar sustancialmente" las condiciones de contrato.

Asimismo, defiende "garantizar la estabilidad" de los contratos indefinidos: "Casi la mitad no llegan al año de duración", sostiene, reflexionando que "la última reforma laboral, básicamente, descausalizó el despido", y advirtiendo de los riesgos ante una futura crisis.

"No estamos de acuerdo con un marco de despido prácticamente descausalizado. Eso va a traer fuertes despidos cuando lleguen nuevos episodios de crisis, y va a ser muy perjudicial en una economía donde, ya de forma tradicional, se producen cuando llegan las recesiones", argumenta.

"CERRAR LA BRECHA" DE RECAUDACIÓN FISCAL

En materia fiscal, Podemos, que acude a las elecciones generales de este domingo en la coalición de Unidas Podemos, defiende una reforma fiscal "de carácter progresivo" con el horizonte de "cerrar la brecha de recaudación" entre España y la media europea, incluyendo la creación de nuevos impuestos.

Entre ellos, un nuevo impuesto a las grandes fortunas del 2% para aquellos patrimonios de más de 1 millón de euros, eximiendo los primeros 400.000 euros por valor de primera vivienda, ante todas las bonificaciones que existen en el Impuesto de Patrimonio, otro impuesto a los gigantes digitales y otro a las transacciones financieras.

Estos dos últimos fueron pactados con el PSOE en el acuerdo para los Presupuestos de 2019 y en el de transacciones financieras Podemos apuesta también por incluir las transacciones brutas y los títulos derivados.

Asimismo, apuestan por aumentar en diez puntos el Impuesto de Sociedades a las empresas más contaminantes, a las entidades financieras para recuperar el dinero del rescate y buscar fórmulas para elevar el tipo efectivo medio de las grandes empresas en el Impuesto de Sociedades, con un tipo mínimo efectivo del 15%.

"Las grandes empresas han recuperado los beneficios que tenían antes de la crisis, pero Sociedades no ha recuperado ni de lejos su recaudación", esgrime Álvarez, que cree necesario "repensar el régimen de bases imponibles negativas" y la facilidad para acumular créditos fiscales, principalmente entre las grandes compañías.