Ha sido una semana realmente horrible, parafraseando aquel  “annus horribilis” del que hablaba la Reina Isabel II de Inglaterra.  Ha aumentado el  pesimismo por la expansión de la epidemia de coronavirus y sus consecuencias sobre la actividad económica. Los inversores temen la economía China se vea muy afectada, pero también la de Japón, la de Europa y la de EEUU.  Los mercados temen que no sean suficientes las medidas que van a poner en marcha los grandes bancos centrales, el Fondo Monetario, el Banco Mundial, el Eurogrupo y los gobiernos de varios países.

Tras la sorpresiva decisión de la Reserva Federal de rebajar el precio del dinero, ahora  los mercados esperan que pronto muevan ficha el BCE y el Banco de Inglaterra. Además, el Fondo Monetario Internacional destinará 50.000 millones de dólares a paliar los efectos de la epidemia. El Banco Mundial movilizará otros 10.000 millones, mientras el Eurogrupo ha abierto la mano para que los Estados puedan alejarse de manera temporal de los objetivos de déficit público. La idea es contrarrestar con más gasto y con mayor laxitud fiscal los efectos de la epidemia de coronavirus. El gobierno japonés ha asegurado hoy mismo que tomará  las medidas necesarias de política fiscal y económica para reducir el impacto del brote de coronavirus. Hace pocas horas, el gobierno de EEUU ha liberado 8.000 millones de dólares para luchar contra el brote del virus chino.

Pero las Bolsas siguen desplomándose. Hoy los inversores han pasado por alto los buenos datos que se han publicado en EEUU. La tasa se ha reducido una décima el mes pasado, hasta el 3,5 por ciento. está en mínimos. La economía estadounidense creó el mes pasado 273.000 empleos no agrícolas, cuando se esperaban 170.000. El déficit comercial de EEUU ha alcanzado los 45.300 millones de dólares, que es una cifra mejor de la que se esperaba.

El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.375 puntos, con baja de un 3,54 por ciento. Es su nivel más bajo desde el verano de 2016. A mediados de febrero se movía en 10.000 puntos. En los últimos dos días ha perdido un 6 por ciento.   La semana se salda con una caída del 4 por ciento. En lo que va de año la Bolsa pierde ya un 12 por ciento. El balance de daños es devastador. Las acciones del Banco Santander aguantan como pueden en la misma frontera de los tres euros, tras perder un 8 por ciento en esta semana. BBVA perfora los 4 euros y acumula una pérdida semana del 7 por ciento. Los bancos europeos cotizan en sus niveles más bajos desde el año 2009. Telefónica lucha para no caer por debajo de  los cinco euros, mientras Repsol ya cotiza por debajo de diez euros. Las acciones de IAG se alejan de los cinco euros, cuando superaba los ocho hace un año. En lo poco que va de año la aerolínea hispano británica ha perdido un 35 por ciento de su valor en Bolsa.  Arcelor ha perforado los 12 euros, cuando la primavera pasada superaba los 21.

Hoy solo han subido con fuerza las acciones de PharmaMar, que se han disparado un 15 por ciento. La empresa ha puesto en el mercado un kit de diagnóstico del coronavirus, que puede detectar la enfermedad incluso en personas asintomáticas. Además, PharmaMar trabaja en un fármaco contra el coronavirus basado en uno de sus compuestos antitumorales, concretamente en Aplidín.  Podría probarse su efectividad en cuestión de semanas.

El dinero vuelve a acudir en tromba al oro y, sobre todo, a los bonos alemanes y a los de EEUU.  El oro roza los 1.680 dólares, que es su nivel más alto desde el  2012.   El rendimiento del bono estadounidense a diez años marca un nuevo mínimo histórico en el 0,72 por ciento. Algo nunca visto. El mercado descuenta otra rebaja de tipos de interés en Estados Unidos. Podría ser incluso en este mismo mes. El dólar se ha debilitado. El euro supera el cambio de 1,13 dólares. El rendimiento del “bund” germano profundiza en terreno negativo, se va hasta el menos 0,75 por ciento.

El petróleo cae hoy un 7 por ciento hasta 46 dólares, después de que Rusia haya rechazado el recorte de la producción en un millón y medio de barriles diarios que ha propuesto la OPEP.  Algunos analistas técnicos no descartan ver el barril en la zona de los 40/42 dólares a la vuelta de pocos días o semanas.