El Congreso de los Diputados rechazó hoy los objetivos de estabilidad presupuestaria pactados por el Gobierno con Bruselas, lo que abre una situación inédita que obligará al Ejecutivo a proponer otra senda mientras elabora el proyecto presupuestario del próximo año.

¿Qué son los objetivos de estabilidad presupuestaria?

Son los objetivos de déficit público para los siguientes tres años pactados por el Gobierno con la Comisión Europea, junto con las metas de deuda pública y regla de gasto.

Los objetivos de estabilidad van acompañados, aunque no se vota en las Cortes, del límite de gasto no financiero o techo de gasto para el ejercicio siguiente.

¿Cuáles eran los objetivos de estabilidad aprobados por el Gobierno?

El Gobierno había pactado una meta de déficit del 1,8 % del PIB para 2019, del 1,1 % para 2020 y del 0,4 % para 2021, lo que flexibilizaba los objetivos anteriores: 1,3 %, 0,5 % y superávit, respectivamente.

¿Por qué este Gobierno modificó los objetivos?

El Gobierno consideraba que los supuestos planteados por el anterior Ejecutivo no eran realistas y no iban a cumplirse, por lo que era necesario reformular los objetivos.

¿Cuál es el techo de gasto?

El Consejo de Ministros aprobó la pasada semana un límite de gasto no financiero para 2019 de 125.064 millones de euros, un 4,4 % más que en 2018.

¿Por qué se han rechazado los nuevos objetivos de déficit?

PP, Ciudadanos, Coalición Canaria, Foro Asturias y UPN han votado en contra al no considerar adecuado flexibilizar la senda de corrección del déficit público.

Unidos Podemos, ERC, PDeCAT, Compromís y Nueva Canarias se han abstenido al estimar insuficiente el gasto propuesto.

Solo PSOE y PNV han votado a favor.

Y ahora, ¿qué ocurre?

La Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera establece que en caso de que el Congreso o el Senado rechacen los objetivos el Gobierno tiene que presentar unos nuevos en el plazo de un mes.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha afirmado que llevará "al Parlamento las veces que haga falta la senda" de déficit para cumplir la ley y ha animado a "reflexionar" sobre la conveniencia de aprobar su propuesta, menos restrictiva que la actual.

¿Qué objetivos va a presentar ahora el Gobierno?

El Consejo de Ministros aprobará a lo largo del próximo mes una nueva senda de corrección del déficit público que, según Montero, será igual a la rechazada hoy, al considerar que no debe ser más estricta de lo que permite Bruselas ni exceder el margen concedido por los socios europeos.

Si dentro de un mes la senda de déficit logra el visto bueno del Congreso, ¿estará aprobada?

No. De acuerdo a la Ley de Estabilidad también requiere la aprobación del Senado. Al contrario de lo que ocurre con la mayoría de las leyes, los objetivos de déficit no vuelven una vez más al Congreso, lo que concede al Senado un poder de veto cuestionado desde varios partidos de la oposición e incluso desde el Gobierno.

En estos momentos el Senado está controlado por la mayoría absoluta del PP, un partido que muestra su absoluto rechazo a la suavización de la corrección del déficit.

¿Qué pasa con el techo de gasto?

La ministra de Hacienda defiende que apenas se verá afectado por el rechazo a los objetivos de estabilidad, ya que de las cinco décimas que se flexibilizaba el déficit público solo una correspondía a la administración central.

Esto supone un ajuste de unos 1.200 millones de euros, una cifra pequeña para un límite de gasto total de 125.064 millones de euros que puede compensarse con otros ingresos.

¿Esto paraliza la elaboración de los Presupuestos?

No. El Ministerio de Hacienda trabaja ya en el proyecto presupuestario de 2019, que debe presentarse antes de que termine septiembre, conforme a los objetivos de déficit pactados por el Gobierno de Mariano Rajoy, que son más estrictos que los que plantea el Ejecutivo de Pedro Sánchez pero que son los únicos que en estos momentos están aprobados en las Cortes.