La agencia de calificación Moody's ha situado el rating de Canal de Isabel II bajo vigilancia con perspectiva de actualizar a la baja su actual nivel de 'Baa1', todavía en grado de inversión, debido al impacto de los procedimientos legales en los que se encuentra inmersa la compañía en Colombia.

Según Moody's, la incertidumbre sobre la compañía también se debe a la potencial expropiación por parte del Gobierno colombiano de su filial en el país, Triple A de Barranquilla, lo que podría tener un "significativo impacto negativo" en la posición financiera del Canal.

En su actualización del rating, Moody's considerará la probabilidad de que la empresa mantenga el control de Triple A, aunque también apunta al impacto que tendrían las multas derivadas del proceso judicial e incluso la mora de un bono senior de 500 millones de euros.