La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha dicho este sábado que los que "se empeñan en demonizar los debates fiscales están defendiendo los intereses de unos pocos" y que, cuando desde la derecha se habla de rebajar la fiscalidad, "hay que decirlo con todas las palabras, lo que están proponiendo son recortes".

Montero, durante su participación en un acto sobre economía y empleo dentro de los trabajos preparatorios de la ponencia marco del 40 Congreso del PSOE, ha manifestado que, además, los gobiernos de la derecha, cuando la economía se encontraba en un ciclo bajo, han subido más los impuestos en un espacio de tiempo breve que los del PSOE.

Ha manifestado que sin una política fiscal que "se ocupe de adelgazar las diferencias por razón de cuna" e intentar que todos los ciudadanos converjan y sin impuestos no habría un sistema de salud como el que tiene España, donde se están dando una resultados de vacunación contra la covid "históricos" y a la cabeza de Europa.

La ministra y portavoz del Gobierno ha añadido que sin una "fiscalidad justa" tampoco se podría mantener el "ascensor social" para que las nuevas generaciones puedan vivir mejor que sus padres.

Ha indicado que la política fiscal que tiene que hacer el PSOE debe "ser capaz de ensanchar" la base de clase media en España y tener una "discriminación adecuada de las cargas" fiscales para aligerar el problema que hay de que las clases medias y las pymes soporten una carga fiscal mayor que los grandes capitales y las grandes multinacionales.

Por eso, ha dicho que hay que corregir el actual sistema fiscal para hacerlo más "progresivo y redistributivo", poniendo el acento de la presión en los que eluden sus obligaciones tributarias o directamente las incumplen.

Ha destacado la importancia de hacer un sistema fiscal más justo para evitar la extensión de los populismos, la mayor amenaza de cara a los próximos años y se ha referido a la reforma de la financiación autonómica, que ha dicho que puede ser una realidad, si hay "clima" para ello.

La ministra ha recordado que el Gobierno ha sido "leal" con comunidades autónomas y ayuntamientos y se endeudó con 25.000 millones adicionales para que la crisis no existiera para comunidades y ayuntamientos y que hubiera médicos, profesores y trabajadores sociales.

Montero ha dicho que el Gobierno nunca ha mirado quién tiene que dar un servicio publico, sino que se ha encargado de aportar recursos para que "nadie tuviera excusa" para no dar una atención sanitaria de calidad.

Por su parte, la vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha dicho que hay que aprovechar la fase expansiva que se ha iniciado para resolver desequilibrios pasados, muchos de ellos heredados de la anterior crisis financiera, en que la inversión pública cayó del 4 % al 2 % y nunca se recuperó, pese al intenso crecimiento económico posterior a la crisis.

Ha añadido que espera que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia español sea aprobado pronto por las instituciones europeas.

También se ha referido a la futura reforma laboral, que ha dicho que tienen que permitir bajar el desempleo juvenil, y reducir la temporalidad y precariedad que afecta especialmente a los jóvenes, así como a la de las pensiones, que tiene que llevar a un "sistema más justo desde el punto de vista generacional".