El déficit del Estado ha cerrado el primer semestre del año en 9.012 millones de euros, lo que equivale al 0,74 % del PIB, impulsado por la buena marcha de la recaudación, de acuerdo a la ejecución presupuestaria de junio publicada hoy por el Ministerio de Hacienda.

El descenso en un 28,8 % del déficit estatal en la primera mitad del año con respecto al mismo periodo de 2017 se produce porque el aumento de los ingresos (8,2 %) ha superado notablemente el de los gastos (3,5 %).

En términos primarios -es decir, sin tener en cuenta los intereses de la deuda- el Estado registra un superávit de 4.004 millones de euros, una cifra que equivale al 0,33 % del PIB.

Hacienda también ha publicado los datos de déficit del conjunto de las administraciones públicas -salvo las corporaciones locales, cuyos datos aún no se conocen- de los cinco primeros meses del año, que se situó en 16.289 millones de euros, una cifra un 10,7 % inferior a la del pasado año y equivalente al 1,34 % del PIB.

Una vez incorporado el saldo neto de las ayudas a la banca -que es positivo por 112 millones por las menores indemnizaciones-, el déficit público hasta mayo alcanza los 16.177 millones, un 1,33 % del PIB.

El objetivo oficial para el conjunto del año es del 2,2 % del PIB, aunque el Gobierno ha comunicado a Bruselas que rondará el 2,7 % del PIB.

En esos cinco meses, la administración central registró un déficit de 14.783 millones de euros, un 1,22 % del PIB, cuando su objetivo para el conjunto del ejercicio es del 0,7 %.

Los Fondos de la Seguridad Social registraron un superávit de 2.514 millones de euros, un 0,21 % del PIB, cuando su objetivo anual es un déficit del 1,1 %.

Las comunidades autónomas se anotaron un déficit de 4.020 millones, un 0,33 % del PIB, cuando su meta es del 0,4 % para todo el año.

En los cinco primeros meses del año, todas las comunidades autónomas cerraron con déficit salvo el País Vasco, que logró un superávit del 0,54 % de su PIB, y Asturias, que terminó mayo en equilibrio.

Por lo que respecta la ejecución presupuestaria del Estado, los ingresos ascendieron a 92.463 millones, un 8,2 % más, impulsados por el repunte del 7,9 % de los recursos impositivos (80.740 millones).

El IVA recaudó 40.535 millones, un 7,6 % más, por el aumento del IVA bruto devengado y el IPRF, 18.048 millones, un 11,8 % más, debido tanto al aumento de los ingresos brutos como al menor repunte de las entregas a cuenta de las comunidades autónomas.

Mientras tanto, factores extraordinarios elevaron un 8,8 % los ingresos del impuesto de sociedades, hasta los 8.387 millones.

Hacienda señala que las cotizaciones sociales bajaron un 2,2 %, hasta los 3.730 millones, por la progresiva sustitución de empleados activos con régimen de clases pasivas por otros con régimen de Seguridad Social.

Las rentas de la propiedad ascendieron a 3.370 millones, un 24,6 % más, por los mayores dividendos del Banco de España y Enaire.

En cuanto a la evolución del gasto, que crece un 3,5 % hasta los 101.475 millones, está relacionada con el aumento de la inversión, que se situó en 4.102 millones, por encima de los 2.151 millones de un año antes.

También sube, en un 15,1 %, la aportación a la Unión Europea por recursos de IVA y RNB y en un 2,1 % las transferencias corrientes a otras administraciones públicas, por el impacto de las comunidades autónomas.

Otros incrementos de gasto se dan en los consumos intermedios (1,1 %) o en la remuneración de los asalariados (0,4 %), mientras que los intereses devengados cayeron un 2,7 %, hasta los 13.016 millones de euros.