El presidente de Seat, Luca de Meo, ha defendido hoy en un acto en Barcelona la decisión de la compañía de de mantener su sede en Martorell a pesar de la tensión política en Cataluña: "Estamos orgullosos de ser de Barcelona".

De Meo ha pronunciado esta tarde una conferencia en el Círculo Financiero de la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País, donde ha provocado los aplausos de los asistentes cuando ha explicado, al ser preguntado por el periodista Luis del Olmo -asistente al acto- por la situación en Cataluña, que la compañía se mantiene al margen de la política y que su único objetivo es vender coches.

El directivo ha explicado que la posición de Seat ha sido "bastante equilibrada" durante todo este proceso político y que ha decidido mantenerse "al nivel que le pertenece", "sin arrogancia" y sin juzgar "lo que decide el pueblo o las autoridades públicas".

"Mi objetivo es proteger el trabajo y que la actividad operativa de la empresa siga como ahora, que vivimos el mejor momento de la historia de Seat y hay que aprovecharlo", ha afirmado en la conferencia en la sede de La Caixa en Barcelona.

De Meo ha añadido que hasta que la situación política no "impacte" en la operativa de Seat la compañía no necesita hablar del tema ni cambiar su sede, sino que sólo tiene que preocuparse de seguir fabricando y comercializando automóviles.

Seat, que vendió casi 470.000 vehículos en 2017, cuenta con una plantilla de cerca de 14.700 profesionales y cuenta con tres centros de producción en Barcelona, El Prat de Llobregat y Martorell, donde fabrica los modelos Ibiza, León y Arona.

Además, la firma produce el Ateca y el Toledo en la República Checa, el Alhambra en Portugal y el Mii en Eslovaquia.

La compañía cerró el pasado año con un beneficio después de impuestos de 281 millones de euros.