Marta Moreno.

Centenares de taxistas esperan en el Paseo de la Castellana, de Madrid, a que la reunión del Ministerio de Fomento con las comunidades autónomas les ayude a decidir si levantan el campamento improvisado donde llevan desde el lunes y en el que algunos han instalado incluso carpas para combatir las peores horas de sol.

En plena ola de calor, los taxistas continúan concentrados en la principal arteria de Madrid a la espera de celebrarse esta tarde la Conferencia Nacional de Transportes, tras la que podrán decidir en asamblea si terminan el paro.

En guerra contra la proliferación de las licencias de vehículos sin conductor (VTC), muchos taxistas han pasado la noche dentro de sus coches, otros en colchones sobre el césped que bordea la carretera y otros directamente no han dormido.

Aunque la mañana ha transcurrido de forma tranquila y sin grandes sorpresas, los taxistas se encuentran en tensión y a la espera de lo que suceda en la Conferencia Nacional de Transporte prevista para las 18.30 horas, tras la que se reunirán para tomar una decisión, que la mayoría espera que sea la vuelta al trabajo.

Para el portavoz del comité de huelga, Saúl Crespo, este no es el único motivo de su impaciencia, ya que su mujer embarazada está a punto de salir de cuentas. "En cuanto me llamen para ser padre yo saldré pitando de aquí, pero estoy aquí por vosotros", ha dicho a sus compañeros esta mañana en una reunión informativa.

El portavoz de la Federación Profesional del Taxi, Joaquín Alonso, es optimista con el acuerdo de los taxistas y cree que hoy se va a terminar la huelga "después de la Conferencia".

De hecho, espera poner fin a la protesta sobre esta medianoche, aunque recalca que la decisión es asamblearia y "nunca se sabe" lo que puede pasar.

Por si acaso, un grupo de taxistas instalados ante el Ministerio de Fomento ya ha llevado al lugar sillas, mesas, nevera e, incluso, dos jamones.

"Hemos pasado la noche hablando y riendo hasta las cinco de la mañana y a esa hora ya nos hemos ido a la cama", ha señalado a Efe uno de los taxistas.

"Como no sabemos cuándo nos vamos, pues ya venimos preparados", ha afirmado a Efe otro taxista que, en broma, ha dicho a sus amigos que podrían instalar una piscina como la de Barcelona mientras pasan sus vacaciones en el 'hotel Castellana'.

La espera y el cansancio no sólo afecta a los taxistas: varios usuarios de este servicio que se encontraban esperando al autobús en la parada de delante de la estación de Nuevos Ministerios se ha quejado de los problemas de movilidad de la zona.

"El autobús lleva más de cuarenta minutos sin venir, cuando lo normal son 3 o 4 minutos de espera", ha protestado una usuaria a Efe.

Dentro de la estación de Nuevos Ministerios, otras cuatro afectadas que portaban ocho maletas de considerables dimensiones han explicado a Efe que después de "doce horas de viaje desde Ecuador" han llegado al aeropuerto madrileño y no han podido coger "ni un sólo taxi".