El empuje de Wall Street en la apertura, con el SP500 camino de lograr su quinto máximo consecutivo, apenas ha servido para rebajar la presión vendedora de la bolsa española en la recta final de la sesión. Los positivos datos económicos que están llegando desde Estados Unidos y, sobre todo, el discurso del presidente de la Reserva Federal, han sido los detonantes que han justificado esta pequeña reacción. En cualquier caso, los inversores españoles siguen mostrándose reacios a asumir riesgos.

De este modo, el Ibex 35, que ha llegado a caer más de un 1,5 por ciento para luego estar a punto de darse la vuelta a terreno positivo, ha cerrado finalmente la sesión con un ajuste del 0,45 por ciento. El selectivo vuelve a situarse ligeramente por debajo de la referencia de los 7.100 puntos. De este modo, se sigue ampliando el diferencial con los indicadores norteamericanos más animados por los síntomas de recuperación económica de Estados Unidos.

Las peticiones semanales de subsidio por empleo se han situado en la parte baja de las estimaciones realizadas por los expertos, mientras que la revisión del PIB ha confirmado una caída histórica en el tercer trimestre del 31,7 por ciento, pero bastante por debajo del 32,9 por ciento registrado en la anterior estimación y de lo previsto, lo cual ha sorprendido muy favorablemente a los mercados.

Mejor aún ha sido la cifra de preventa de viviendas que ha crecido en julio a un ritmo del 9 por ciento frente al 5,6 por ciento previsto por el consenso del mercado. Esta cifra viene a confirmar la excelente recuperación del sector inmobiliario reflejados por los últimos indicadores que apuntan a un despertar de la economía norteamericana tras el duro impacto del coronavirus.

Unos favorables datos económicos que están dando alas a los índices americanos, animados además por las expectativas de que los bancos centrales seguirán dando pasos que al final aumentarán el atractivo de comprar acciones.

En este sentido, el discurso de Jeremy Powell, en la tradicional reunión veraniega de banqueros centrales de Jackson Hole, en esta ocasión virtual, no ha hecho más que alimentar estas expectativas. La entidad ha optado por flexibilizar su visión respecto a la inflación, lo que redundará en nuevos estímulos económicos.

Esta situación contrasta con los problemas en Europa. La agencia de calificación Moody's ha advertido en estos días de que el ritmo de recuperación de las principales economías europeas se está "ralentizando aún más". La "precaución y la incertidumbre" continúan frenando a las economías continentales tras el reciente incremento de casos de coronavirus. De este modo, la confianza de los consumidores se mantiene baja y la actividad económica se está estabilizando por debajo de los niveles normales.

En el terreno empresarial ha destacado la complicada sesión de Telefónica. La operadora ha llegado a sufrir una intensísima presión vendedora que le ha llevado a marcar mínimos en dos décadas después de acrecentarse las especulaciones de las últimas semanas sobre la posibilidad de que salga del índice Euro Stoxx 50 a mediados del próximo mes, cuando se produzca la revisión de los componentes de ese indicador. Las acciones de la compañía han llegado a caer más de un 3 por ciento para salvar finalmente la sesión con una caída del 0,9 por ciento.

Tras esta recuperación, Siemens Gamesa se ha quedado como el peor valor del selectivo del día con una caída del 4,6 por ciento. Después de deslumbrar a lo largo del mes por su intensa actividad comercial, el mercado se ha visto decepcionado por las previsiones presentadas hoy por la compañía.

Mayor tranquilidad en el resto de los mercados. El cambio del euro ha encontrado acomodo en torno al nivel de 1,18 dólares, mientras que el precio del barril de crudo Brent ha caído de nuevo hasta los 45.5 dólares tras descartarse un impacto demasiado alto en la producción del golfo de México por culpa de las últimas tormentas tropicales.