1.180.000 españoles se encontraban todavía a finales del mes de julio acogidos a un ERTE fruto de la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus. Los datos, facilitados por el Ministerio de Trabajo, señalaban que el número de empleados en ERTE se había reducido de forma considerable tras el máximo alcanzado el 30 de abril. Dos de cada tres personas incluidas en ERTE durante la pandemia han salido ya de esta situación.

Sin embargo, muchos empleados todavía se encuentran en el ERTE desde marzo. Para todos aquellos, septiembre arranca con una mala noticia: van a pasar a cobrar el 50% de su base reguladora y no el 70% como hasta ahora.

La reforma laboral de 2012 recoge esta norma. Un trabajador, al darse de alta para cobrar el paro, comienza percibiendo el 70% de su base reguladora, con un límite de entre 1.098,09 y 1.411,83 euros al mes; dependiendo del número de hijos que tengan a su cargo. Después de estar seis meses cobrando dicha prestación, el importe baja y se reduce al 50% de la base reguladora. Hasta esa modificación en la reforma laboral, el descenso a los seis meses era del 70% al 60%.

El cambio de la base reguladora de quienes llevan desde marzo cobrando el ERTE se producirá a partir del mes de septiembre, pero se cobrará en el mes de octubre. Aquellos empleados que han salido del ERTE en algún momento y luego han regresado no se verán afectados.

POSIBILIDAD DE DEJAR SIN EFECTO LA BAJADA

La bajada al 50% sólo se quedaría sin efecto si así lo acuerdan Gobierno, patronal y sindicatos en una reunión que este viernes mantendrán para negociar la ampliación de los ERTE más allá del 30 de septiembre. Sin embargo, la propia ministra de Trabajo Yolanda Díaz ha aventurado que ese posible acuerdo sobre la prórroga de los ERTE no llegará hasta finales de mes. “No habrá acuerdo el 4 de septiembre”, aseguró en una entrevista. Los sindicatos ya se han mostrado a favor de evitar que la base reguladora baje al 50%, mientras que la patronal y el Gobierno aún no se han pronunciado al respecto.