Las ventas de la compañía se estancarán en 2019 por la incertidumbre en China

El fabricante chino de automóviles Geely, propietario de Volvo Cars, registró un beneficio neto atribuido de 12.553 millones de yuanes (1.646 millones de euros), lo que supone un incremento del 18% en comparación con el ejercicio precedente, según informó la compañía en un comunicado.

La facturación del grupo se situó en 106.595 millones de yuanes (13.986 millones de euros), un 15% más respecto 2017, al tiempo que entregó 1,5 millones de vehículos, un 20% más, incluyendo las ventas de Lynk & Co, 'joint venture' participada por Volvo Cars (30%), Geely Holding (50%) y por Geely Auto (20%).

El beneficio antes de impuestos de la corporación fue de 14.958 millones de yuanes (1.962 millones de euros) el año pasado, lo que se traduce en una subida del 17,1% respecto a 2017, mientras que invirtió 1.926 millones de yuanes (252,6 millones de euros) en investigación y desarrollo, un 30,3% más.

En 2018, el grupo asiático también completó la adquisición de tres plantas de producción de automóviles y dos factorías de fabricación de motores.

También creó dos entidades de inversión con proveedores líderes en las áreas de transmisiones automáticas, celdas de batería, módulos de baterías y 'packs' de baterías, con el objetivo de asegurar el suministro.

"El grupo debería estar en una buena posición para vender más vehículos una vez que el mercado chino comience a recuperarse", destacó Geely.

Un portavoz del consorcio destacó que, debido a las incertidumbre que acecha sobre el mercado automovilístico chino, Geely mantendrá en 2019 sus ventas en 1,5 millones de unidades.

A 31 de diciembre de 2018, la compañía contaba con una plantilla total de 52.400 trabajadores, lo que supone 10.800 personas más (+26%) que en el curso previo.

Según informó la empresa, la junta general de accionistas se celebrará en Hong Kong en próximo 27 de mayo a las 16.00 horas (hora local).