La Bolsa de Moscú ha recuperado hoy buena parte del terreno que perdió ayer. Ha subido un 2,5 por ciento, gracias, seguramente, al apoyo del Banco de Rusia. Pero ha sido la excepción en un decorado muy gris en los mercados financieros. Dentro de casa, el índice Ibex 35 ha terminado la sesión en 7.774 puntos, con una pérdida del 1,24 por ciento. Se ha movido en el día entre los 7.750 y los 7.900 puntos. Han subido los bancos (no todos) y han repuntado también Telefónica y Repsol. Es resto del mercado, en rojo.

En el mercado de deuda pública no para de aumentar la rentabilidad de los bonos. Las obligaciones españolas a diez años se mantienen por encima del 3 por ciento. La deuda de Estados Unidos al mismo plazo alcanza ya el 3,7 por ciento, con los bonos a dos años por encima del 4 por ciento. La curva por tanto está invertida. Los tipos en aquél país están más altos a corto que a largo plazo, lo que se interpreta como señal de una próxima recesión económica.

Tras la subida de 0,75 puntos en el precio del dinero que anunció ayer Estados Unidos, hoy ha sido el momento de los Bancos de Inglaterra y de Japón. El banco central británico ha elevado medio punto el precio del dinero, hasta el 2,25 por ciento. Pese a ello la libra esterlina se mueve en un nivel más deprimido de los últimos 37 años. La inflación en el Reino Unido se encuentra en cotas que no se veían desde hace 40 años.

El Banco de Japón ha hecho buenos los pronósticos de los analistas y ha dejado su tipo de referencia en el menos 0,10 por ciento, lo que ha provocado una nueva caída del yen. De hecho Japón ha tenido que intervenir en los mercados de divisas para impedir un mayor debilitamiento de su moneda. Tras su actuación en el mercado, -la primera desde 1998-, el yen ha pasado de 145 a 141 unidades por dólar. Y es que las intensas subidas de tipos en EEUU fortalecen al dólar. El euro se cambia esta tarde ligeramente por poco más de 0,98 dólares.

La Reserva Federal ha situado su referencia en la banda del 3 al 3,25 por ciento. Espera alcanzar la zona del 4,25 al 4,50 por ciento antes de que acabe al año y moverlo sin tregua hasta el 4,75 o incluso el 5 por ciento en 2023. Los analistas del banco estadounidense de negocios Goldman Sachs pronostican una nueva subida de 75 puntos básicos en noviembre, 50 en diciembre y otros 25 puntos más en febrero para dejar el tipo de referencia entre el 4,50 y el 4,75 por ciento. Los del Bank of America creen que la Fed volverá a subir tipos 75 puntos básicos en noviembre y otros 50 en diciembre. Esperan después dos subidas de 0,5 puntos en febrero y marzo del año que viene.

Lo que más ha impactado en los mercados es que la Reserva ha rebajado sus previsiones. Espera un crecimiento económico de apenas dos décimas en este año, con un aumento del PIB que no superará el 1,2 por ciento en 2023. El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha mostrado su férrea decisión de devolver la inflación al 2 por ciento, frente al 8,3 por ciento actual, aunque sea a costa de congelar la actividad. Powell ha recordado que el proceso será lento y doloroso, tanto para las empresas como para las familias y los mercados. Con estas referencias, los mercados no pueden por menos que moverse con mucha inestabilidad y nerviosismo.