El Pleno del Congreso ha rechazado este jueves una proposición no de ley defendida por EH-Bildu que, entre otras cuestiones, reclama al Gobierno la derogación de la reforma laboral de 2012 y que las comunidades autónomas puedan subir en su territorio el salario mínimo interprofesional (SMI).

La iniciativa de Bildu, debatida este martes en la Cámara Baja, ha sido rechazada con los votos del PSOE, el PP, Vox, Ciudadanos, UPN, Coalición Canaria y Foro Asturias. A favor se han pronunciado Esquerra Republicana, la CUP, Más País, Compromís y el BNG, mientras que Unidas Podemos, Junts, Teruel Existe y el PRC se han abstenido.

El texto finalmente sometido a votación, modificado por EH-Bildu en una autoenmienda, excluye de la propuesta original la derogación de la reforma laboral de 2010 y adapta esa propuesta por la de "derogar todos los aspectos lesivos para los y las trabajadoras de la reforma laboral del PP, sustituyéndolos por las medidas garantistas con los derechos laborales".

La iniciativa también reclama al Ejecutivo mecanismos para que las comunidades puedan subir su salario mínimo, "adaptado a cada realidad económica diferenciada" y también una estrategia para el aumento progresivo del SMI hasta alcanzar en la legislatura el 60% del salario medio, en línea de los criterios de la Carta Social Europea.

Durante el debate de la iniciativa el martes, el diputado Oskar Matute justificó los cambios de su propuesta en lo referido a la subida del salario mínimo y la derogación de la reforma laboral, adaptando el texto a los acuerdos de coalición de PSOE y Unidas Podemos, para buscar el apoyo de ambas fuerzas. Sin éxito, finalmente, al rechazar estas la posibilidad de establecer salarios mínimos diferenciados en cada territorio.

En todo caso, el diputado de la izquierda 'abertzale' reivindicó la unidad para acabar con esta reforma y que así a los trabajadores "nadie les vuelva a engañar diciendo aquello de que ha creado no sé cuántos millones de puestos de trabajo sin decir que son trabajos de un día, de unas horas o una semana donde antes había un trabajo fijo y con derechos".

"¿A QUÉ ESTÁN ESPERANDO?"

Con todo, el debate se convirtió en un cúmulo de exigencias de los socios de investidura de PSOE y Unidas Podemos para derogar de una vez por todas la reforma laboral del PP. "No es que esté de acuerdo, es que nos preguntamos ¿por qué no está derogada ya?", manifestó Joan Baldoví (Compromís), señalando que Pedro Sánchez "dijo que sería lo primero que haría como presidente", Unidas Podemos también prometió hacerlo y "hay mayoría parlamentaria" para ello. "¿A qué están esperando?", concluyó.

"La derecha va unida, esperemos que la izquierda vaya unida también en temas laborales que nos unen como progresistas y como demócratas", dijo Jordi Salvador, de ERC, mientras que el PNV, a través de Iñigo Barandiaran, afeó a Bildu que someta a una nueva votación una derogación ya pactada. "¿No han llegado a un acuerdo con el Gobierno? ¿Para qué traen este texto y no hacen consumación de aquel acuerdo?", preguntó.

EL PSOE ASEGURÓ QUE YA HAY "CALENDARIO Y HOJA DE RUTA"

Por su parte, la diputada del PSOE Esther Peña aseguró que la reforma del Estatuto de los Trabajadores para "dejar atrás" la reforma laboral de 2012 "tiene calendario y hoja de ruta marcada", ante las exigencias de sus socios parlamentarios para derogar esta reforma, señalando que el plan normativo del Gobierno contempla devolver la prevalencia del convenio sectorial, recuperará la ultraactividad, limitará la subcontratación y revisará los mecanismos de descuelgue de los convenios.

"Y esta es solo la primera etapa. Los españoles decidieron con su voto que desmontáramos esta reforma laboral", aseveró, reivindicando un desmontaje "ladrillo a ladrillo, acuerdo a acuerdo" y "no con una voladura que dejara el BOE y el marco laboral en blanco y sin derechos". "Tenemos un compromiso con la ciudadanía y trabajamos para que sea una realidad lo antes posible", reivindicó, por parte de Unidas Podemos, su diputada Marisa Saavedra.