La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha reconocido que en España el nivel de desigualdad es "demasiado elevado", por lo que es necesaria una política que "defienda el interés general" y esté basada en la justicia social y no en los recortes de los servicios públicos.

En la sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, Calviño ha transmitido el mensaje de que en el país se mantiene el dinamismo del mercado de trabajo en el mes de mayo, que los inversores confían en España y que ha mejorado la confianza de los consumidores.

"Tratamos de capear de la mejor manera posible un conjunto y una sucesión de crisis sin precedentes", ha dicho Calviño en respuesta a una pregunta del diputado popular Mario Garcés, quien ha acusado al PSOE de ser "una trituradora perfecta de confianza" y "una máquina estructural de corrupción".

La vicepresidenta ha añadido que este Gobierno seguirá trabajando para "recortar los beneficios extraordinarios de las energéticas y bajar los precios de la energía", y ha pedido a la bancada popular que "deje de hacer oposición a los ciudadanos españoles".

Por su parte, el diputado de VOX Iván Espinosa de los Monteros ha lamentado que no hay una semana en la que una institución independiente no "lance un jarro de agua fría" a las previsiones económicas del Gobierno.

Calviño ha respondido que el país está en una situación "extraordinaria" y se toman medidas "para proteger a la ciudadanía y a las empresas".