La preocupación por los rebrotes del coronavirus alrededor del mundo ha llevado a los inversores a acelerar la recogida de beneficios iniciada ayer. Todo ello a pesar de que los indicadores publicados este viernes en Europa y Estados Unidos han estado en general en línea o por encima de las previsiones.

En la Zona Euro, pese a confirmarse una caída del PIB del 12,1 por ciento, las exportaciones han crecido de forma significativa, un 11,2 por ciento frente al mes de mayo. Esta cifra ha impulsado el superávit del área por encima de los 17.000 millones de euros y apunta a una reactivación de la economía, aunque todavía se encuentra por debajo de los niveles previos a la pandemia.

También ha estado por encima de lo previsto los datos de productividad y de capacidad de utilización en Estados Unidos, la producción ha estado en línea con lo previsto y solo las ventas al por menor han estado por debajo de las estimaciones del consenso. En cualquier caso, todos estos indicadores no han sido lo suficientemente convincentes como para superar las incertidumbres ante la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas para aprobar las medidas fiscales contra el coronavirus.

En este escenario, el índice Ibex 35 ha retrocedido un 1,3 por ciento en la sesión. Con todo, ha salvado el balance semanal con un alza del 2,93 por ciento para quedar en los 7.154 puntos. Los valores turísticos se han llevado otra vez la peor parte en la sesión con caídas superior al 4,5 por ciento para IAG y del 3 por ciento para Meliá Hoteles.

En el terreno empresarial buena parte de la atención se ha centrado en Cellnex tras anunciar ayer a última hora el cierre con éxito de su última ampliación de capital por 4.000 millones de euros. Con todo, el gestor de redes ha caído un 1,47 por ciento.

ACS, por su parte, ha publicado sus cuentas del primer semestre con una caída interanual del beneficio neto del 30,9 por ciento, lastrado sobre todo por la pobre evolución de su participada Abertis ante la caída del tráfico por el confinamiento. Su beneficio ha sido de 361 millones de euros. Las acciones del grupo constructor han cedido un 1,16 por ciento en la sesión.

La inestabilidad de la renta variable, entre tanto, sigue reforzando al oro como activo refugio. La onza de oro, pese a algunos pequeños ajustes, no pierde de vista el nivel de los 2.000 dólares. Zona de máximos históricos. En el resto de mercado ha imperado una mayor tranquilidad. El euro se ha cambiado a 1,18 dólares y el precio del crudo Brent ha operado estable en torno los 45 dólares por barril.

Agenda financiera de Bolsa

La próxima semana, los inversores deberán estar especialmente atentos a los datos de actividad PMI que se publicarán el próximo viernes. Máxime después de los positivos resultados arrojados por las últimas cifras, origen del actual rebote de la renta variable.

En cualquier caso, habrá también otros grandes focos de atención como el índice de indicadores en Estados Unidos del jueves. Este indicador anticipa la tendencia futura de la economía norteamericana. Se espera un crecimiento del 1 por ciento en el mes de julio, inferior al 2 por ciento apuntado el mes anterior.

En Estados Unidos también destacarán en estos días algunos datos del sector constructor. Entre ellos la confianza constructora NHAB, los permisos y la construcción de viviendas nuevas y las ventas de vivienda de segunda mano.

En Europa habrá pocas citas relevantes. Lo más destacado serán el IPC de la Zona Euro previsto para el miércoles y la confianza consumidora prevista para el viernes que de momento sigue bajo mínimos.

Este último día de la semana, como todos los terceros viernes de mes, los inversores deberán estar también muy atentos al vencimiento de derivados que a buen seguro agitará al mercado, condicionado además por el bajo volumen de negocio.