La Semana Santa no ha sido de trámite en los mercados, como se esperaba.  Muy al contrario. La Bolsa se ha movido y no poco. Se ha negociado a buen ritmo y el Ibex 35 ha llegado a marcar sus niveles más altos desde el pasado mes de septiembre. Ha llegado a rozar los 9.600 puntos, aunque ha cerrado la semana algo más abajo, en 9.581 puntos con alza de un 0,3 por ciento. En esa zona han surgido algunos vértigos y algunas realizaciones de beneficios, pero el mercado los ha digerido con notable agilidad. 

En los tres meses y medio que van de este año la Bolsa se ha revalorizado ya un 12 por ciento.  Hoy la subida de Inditex ha marcado la diferencia. Ha sumado un 2,5 por ciento para recuperar los 28 euros por acción. Han tirado también las acereras, las constructoras, Repsol y Telefónica, mientras han flojeado los bancos tras las últimas subidas.  

Hoy ha sido día de vencimiento de opciones y futuros financieros. Habitualmente se realiza los terceros viernes de cada mes, pero en esta ocasión se ha adelantado un día ante la festividad de mañana. Los inversores han ajustado posiciones de cara al largo fin de semana que se avecina. Las Bolsas europeas permanecerán cerradas el viernes santo y el lunes de pascua. Pero Wall Street sí abrirá el lunes, lo que deja hasta cierto punto indefensos y sin capacidad de reacción a los inversores de Viejo Continente si se produjera algún movimiento inesperado  de los precios. 

Los bolsistas han tenido que asimilar hoy algunos importantes datos económicos. En abril, en conjunto de la zona euro, el índice PMI compuesto ha empeorado ligeramente, desde 51,6 a 51,3 puntos. Este indicador evalúa tanto la actividad en el sector manufacturero como en el de servicios. Continúa en zona de crecimiento, pero pierde fuelle hasta marcar su peor lectura de los últimos tres meses. Eso quiere decir que el segundo trimestre del año ha comenzado con tibieza y sin mucha fuerza en Europa. En general, Europa se encuentra inmersa en el bache. La actividad económica es la más débil desde finales de 2013. 

La actividad en el sector servicios de Alemania se ha elevado hasta 55,6 puntos, que es su nivel más alto de los últimos siete meses. Por el contrario, la actividad industrial en Alemania sigue renqueando. Hace pocas horas el gobierno alemán ha rebajado  un poco más sus previsiones de crecimiento para este año. Ha reducido sus estimaciones a tan solo un 0,5 por ciento. La anterior previsión, formulada hace pocos meses, contemplaba un crecimiento del PIB alemán del 1 por ciento.

En Francia el índice PMI compuesto -que mide la actividad manufacturera y la de servicios- ha recuperado los 50 puntos, ha vuelto por tanto a la zona de expansión.  Tras esta batería de datos agridulces, el euro se ha debilitado. Ha perforado al final de la semana el cambio de 1,13 dólares.En Estados Unidos las cifras han sido más amables. Han crecido las ventas al por menor a un ritmo de 1,6 por ciento. Es un dato muy superior al que se esperaba. Y es el mayor incremento contabilizado en el último año y medio.