El índice Ibex 35 cierra el día en 8.631 puntos, con una tímida mejora del 0,06 por ciento. Han subido casi todos los bancos, a los que beneficia el horizonte de tipos de interés más altos en Europa. La presidente del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, cree que no habrá recesión en la eurozona. Además, ha asegurado hace pocas horas que la economía del Viejo Continente está en condiciones de abandonar las tasas negativas al final del tercer trimestre. El precio del dinero está en cero en Europa desde hace años, pero el tipo de la facilidad de depósito se encuentra en el menos 0,5 por ciento. Es decir, el BCE cobra a las entidades financieras que dejan sus excedentes de liquidez inactivos en la arcas de la entidad emisora.

Los analistas dan por hecho que el BCE subirá sus tipos de interés en un cuartillo de punto en julio y otro tanto en septiembre. Hoy volverá a comparecer Lagarde. Lo hará ante el foro de Davos. De momento, el responsable de políticas del BCE, Robert Holzmann, ha echado leña al fuego al afirmar que “sería adecuada” una subida de medio punto en el precio del dinero ya en el mes de julio. El euro ha tomado nota y cotiza esta tarde por encima de 1,07 dólares. Hace solo unos días llegó a acercarse a la paridad con la moneda estadounidense. También está prevista esta la comparecencia del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell.

Ha subido con fuerza Telefónica, que se anima según se acerca el día de pago de su dividendo. Se abonará a mediados de junio. Ha cerrado con recortes la aerolínea IAG, presionada por la ampliación de capital por 2.250 millones de euros que va a realizar su rival Air France-KLM, ya que supondrá una dilución del valor para los accionistas minoritarios. El estado francés y el holandés cubrirán la ampliación. Actualmente poseen un 28,6 y un 9,3 por ciento, respectivamente. Entre los valores más pequeños destaca la subida vertical de Grenergy, que ha publicado buenos resultados.

Hoy los inversores han tenido que digerir toda una batería de indicadores de actividad. En Europa el índice PMI muestra un ligero debilitamiento de la actividad industrial y también del sector servicios. Ambos se mantienen en zona de expansión, con lecturas superiores a los 50 puntos. En estados Unidos el PMI manufacturero ha pasado de un registro de 59,2 puntos en abril a los 57,5 de mayo. Además, las ventas de viviendas nuevas en aquél país se han quedado muy lejos de las estimaciones de los analistas. Esperaban 750.000, frente a las 709.000 del mes anterior. Sin embargo, la cifra se ha quedado finalmente en 591.000.

La Bolsa de Nueva York ha abierto con números rojos. Ha firmado ya ocho semanas consecutivas con pérdidas. Wall Street se encuentra a punto de entrar en situación de mercado bajista, según aseguran los analistas técnicos. Los analistas de trabajan ahora con un precio objetivo para el S&P de 4.200 puntos. Esta tarde se mueve por debajo de 3.900. Los analistas técnicos consideran que este índice seguirá siendo bajista mientras no se consolide por encima de los 4.100 puntos. Hoy el causante del temblor en Wall Street es la caída de las acciones de la red social Snap, que cae más de un 35 por ciento a media tarde en el mercado Nasdaq de empresas tecnológicas. La compañía lanzó ayer un “porfit warning”, un aviso de peores resultados, debido al deterioro de las condiciones económicas, muy presionadas por el aumento de la inflación, la guerra en Ucrania y los cuellos de botella en la cadena mundial de suministros.

En los demás mercados, el petróleo se ha movido con inestabilidad alrededor de los 111 dólares por barril. Tanto el crudo West Texas de Estados Unidos como el Brent del Mar del Norte se han dado la mano en torno a esos precios. Habitualmente el Brent cotiza por encima. El Bitcoin continúa de capa caída en la zona de los 29.000 dólares. Y en el mercado secundario de deuda pública bajan los precios y suben las rentabilidades. El rendimiento de los bonos de EEUU a diez años ha pasado del 3 por ciento hace pocos días al 2,72 por ciento de hoy. El “bund" alemán con el mismo vencimiento se aleja por abajo del 1 por ciento, mientras las obligaciones españolas han pasado en pocas horas del 2,13 al 2,07 por ciento.