El ánimo de los inversores se ha venido abajo tras conocerse el preocupante indicador adelantado de inflación de España correspondiente al mes de junio. Ha sido peor de lo que se esperaba, con una tasa general del 10,2 por ciento y una subyacente del 5,5. Son cifras que encienden todas las luces de alarma que no estuvieran ya parpadeando en rojo. Se ha publicado también la inflación en Alemania que en este caso ha sido algo mejor de lo que estimaban los analistas. Ha crecido un 7,6 por ciento frente al 7,9 que estimaba el mercado. La tasa armonizada ha bajado del 8,7 al 8,2 por ciento.

Mientras tanto, el índice que mide la confianza de las empresas en la zona euro ha sido algo mejor de lo que se esperaba, con una lectura de 104 puntos, frente a los 103 que pronosticaban los expertos. La confianza de los consumidores se ha mantenido estable en el mes de junio. El plato fuerte del díaha ido el PIB de Estados Unidos. La economía de aquél país se ha contraído en el primer trimestre un 1,6 por ciento, una décima más de lo que esperaban los analistas. Es la tercera y última revisión de este indicador. La sombra de la recesión es alargada.

El índice Ibex 35 ha bajado un 1,56 por ciento, hasta 8.188 puntos. Han subido algunos valores sueltos, como Telefónica, Inditex y un par de bancos. No es el caso de BBVA, que tendrá que asumir un coste de 320 millones de euros debido a la desaforada inflación que sufre Turquía, país en el que cuenta con importantes intereses por su filial Garanti, de la que controla un 85 por ciento del capital. La entidad vasca, pese a ese impacto, ha ratificado sus objetivos para el conjunto de este ejercicio. El beneficio esperado para este ejercicio roza los 5.000 millones de euros.

Ha destacado la caída de un 12 por ciento de Laboratorios Grifols, que estudia una ampliación de capital en 2.000 millones de euros con el objetivo de reducir su deuda. Dará entrada a su accionariado a algunos fondos de inversión que aporten liquidez. Recortes importantes también en Fluidra. El mercado no ha puesto buena cara ante una emisión de pagarés que ha lanzado la empresa.

En los demás mercados el petróleo continúa su repunte después de varias jornadas de recortes en los precios. Esta tarde el barril de crudo tipo Brent del Mar del Norte se paga a 115 dólares. Todavía lejos de los 140 que rozó a comienzos de marzo, pero por encima de los 108 de hace una semana. En el mercado de deuda, la prima de riesgo de España se ha reducido ligeramente, hasta 108 puntos, mientras la de Italia baja a 199 puntos. La rentabilidad de las obligaciones españolas a diez años se sitúa esta tarde en el 2,58 por ciento.

Hoy los inversores han escuchado con atención a los presidentes de la Reserva Federal, Jerome Powell, y del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, que han comparecido en el foro de los banqueros centrales que se ha celebrado en la bella localidad portuguesa de Sintra. Powell confía en que la economía no entre en recesión, pero no la descarta, al tiempo que reafirma su compromiso para doblegar la inflación. Los analistas del banco estadounidense de negocios JP Morgan cifran en un 66 por ciento las probabilidad de que se produzca una recesión en EEUU en los próximos dos años.

Ayer, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, confirmó que ultima una herramienta para frenar las primas de riesgo de los países del sur de Europa, pero todavía no se sabe cómo va a hacerlo ni qué va a exigir a cambio a los Estados que se beneficien por ese nuevo instrumento. Sí ha dejado claro que presionará a los países con mayores desequilibrios para que controlen sus cuentas, en especial el déficit público, en clara alusión a Italia y España. A partir del uno de julio el BCE seguirá comprando deuda de los países llamados periféricos cuando se produzca un excesivo aumento de los costes de financiación y cuando crezcan las primas de riesgo. Se espera que el BCE de a conocer los detalles de esta nueva herramienta en su consejo del 21 de julio, cuando además anunciará su primera subida de tipos. La primera en más de una década.