Poca tela que cortar en esta sesión de miércoles en los mercados españoles. Los pocos inversores que han estado hoy al pie del cañón se han limitado a tomar beneficios de forma selectiva, después de dos días con importantes subidas. Y poco más. El dinero ha sido hoy un bien escaso en el parqué. El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.478 puntos, con pérdida del 0,95 por ciento. Pocos valores han subido con fuerza. Entre ellos, BBVA, Merlín o Meliá. Los más castigados han sido Santander, Inditex y Telefónica

El día ofrece ha ofrecido muy pocas referencias. La más relevante es el PIB de Japón, que se ha contraído un 0,9 por ciento en el tercer trimestre. Es un dato algo peor de lo que se esperaba. En tasa anual la economía japonesa muestra una caída del 3,6 por ciento. En los demás mercados, el petróleo sube ligeramente. Se paga a 75,5 dólares. El euro repunta, recupera el nivel de 1,13 dólares. El Bitcoin cotiza esta tarde a 50.400 dólares. Devuelve parte de lo que subió ayer.

Los inversores siguen muy pendientes de la evolución de la nueva variante ómicron del coronavirus y de su posible efecto negativo sobre la recuperación de la economía. En las últimas horas se han suavizado los temores a los efectos de la nueva variante sobre la salud de los pacientes y sobre la actividad económica.

Con menor tensión en este frente, los mercados centran su mirada en las presiones inflacionistas. Los últimos datos no han sido nada buenos. El IPC de EEUU se ha disparado hasta el 6,2 por ciento. Es su nivel más alto de los últimos 30 años, lo que aumenta exponencialmente las probabilidades de que la Reserva Federal endurezca su política monetaria. De hecho, el presidente de la Reserva, Jerome Powell, ha retirado de su discurso la alusión a que el repunte de la inflación es “transitorio”. Ahora prefiere el término “persistente”.

El viernes se conocerá un nuevo dato de IPC en EEUU. Las aves de mal agüero temen que la inflación siga escalando y alcance el 6,7 por ciento. La Reserva celebrará consejo la semana que viene Los analistas del banco de negocios Goldman Sachs han rebajado su previsiones de crecimiento de la economía de Estados Unidos el año que viene. Ha reducido sus proyección para el PIB hasta el 3,8 el año que vienes desde el 4,2 por ciento.

En todas partes cuecen habas. La zona euro la inflación se ha ido hasta el 4,9 por ciento. En Alemania ha alcanzado el 5,2 por ciento y en España se ha disparado hasta el 5,6, que es un nivel que no se veía desde el año 1992. El BCE celebra su consejo del próximo jueves.

El Fondo Monetario y el propio Instituto Nacional de Estadística han podado recientemente sus previsiones. Y lo han hecho sin contemplaciones. El FMI ha rebajado en cinco décimas su estimación de crecimiento económico de España en este ejercicio hasta el 5,7 por ciento. Además, la OCDE ha rebajado drásticamente sus previsiones de crecimiento económico para España en este año. Las ha reducido desde 6,8 al 4,5 por ciento. Pese a ello, el gobierno mantiene su previsión del 6,5 por ciento en este ejercicio y del 7 por ciento en el próximo. También los expertos de BBVA y los del Banco Santander han reducido sus estimaciones. Los analistas de BBVA Research pronostican ahora un aumento del 5,2 por ciento este año, frente al 6,5 de su previsión anterior. Para el ejercicio próximo esperan un crecimiento del 5,5 por ciento del PIB, dos puntos menos que en sus anteriores estimaciones.

El Banco de España se ha sumado hace bien poco a la lista de entidades con peores previsiones. Ahora espera un 6,3 por ciento este año. Además, cree que los grandes bancos centrales anunciarán la próxima semana una rebaja en sus estimaciones de crecimiento económico. Teme que no se alcancen las previsiones que se incluyen en los Presupuestos Generales del Estado. Y hace bien poco la Comisión Europea, en sus previsiones de otoño, ha rebajado sustancialmente sus estimaciones de crecimiento económico para España. Las ha recortado desde el 6,3 hasta el 4,6 por ciento. Un hachazo importante.

Uno de los últimos organismos que ha rebajado sus estimaciones ha sido la Airef, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal. Espera un crecimiento del PIB de un 5,5 por ciento este año, nueve décimas menos que en su anterior estimación y un punto menos de lo que baraja el gobierno. Para 2022 la Airef espera un 6,3 por ciento frente al 6,8 de su estimación precedente.