Ha sido un día intenso en los mercados financieros, repleto de referencias macroeconómicas y empresariales. Y trufado también de previsiones económicas. El Banco de España ha lanzado un aviso a los navegantes. En junio revisará a la baja sus previsiones de crecimiento del PIB para este año. En abril ya redujo su estimación hasta el 4,5 por ciento. Ahora se espera que baje el listón hasta el 4 por ciento. También la Cámara de Comercio ha podado el árbol de sus previsiones. Mantiene las de este año en el 4,3 por ciento, pero ha reducido las del año que viene hasta el 2,8 por ciento, frente al 3,5 que espera el gobierno. La Cámara cree que la inflación media cerrará 2022 en el 7,6 por ciento, para reducirse hasta el 3,3 el próximo ejercicio.

A todo esto los analistas creen que han aumentado las probabilidades de que el Banco Central Europeo suba en julio medio punto el precio el dinero, en lugar del cuartillo que se esperaba hasta ahora. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, cree que el precio del dinero alcanzará el 1 por ciento en Europa en año que viene. Cree que la inflación seguirá elevada en los próximos meses y estima que la economía española no recuperará los niveles que tenía antes de la pandemia hasta finales de 2023.

Paralelamente, ayer el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dejó meridianamente claro que está decidido a frenar la inflación. Para lograrlo subirá el precio del dinero tanto como sea necesario. El mercado descuenta ya subidas de medio punto en el tipo de interés de referencia de EEUU en las dos próximas reuniones de este organismo. Powell no descarta movimientos más expeditivos si la inflación no se reduce con suficiente rapidez.

Al otro lado del charco, los analistas del banco de negocios Goldman Sachs han rebajado sus previsiones de crecimiento de Estados Unidos. Han recortado sus estimaciones para este año desde el 2,6 al 2,4 por ciento. Para el ejercicio próximo pronostica un crecimiento del PIB del 1,6 por ciento, frente al 2,2 de su anterior estimación. Los expertos de la firma creen que la tasa de desempleo se quedará en aquél país el 3,4 por ciento este año y subirá al 3,7 el próximo. Goldman Sachs maneja un objetivo de 4.300 puntos para el índice S&P 500 de la Bolsa de Nueva York, frente a los 4.000 puntos pelados en los que se mueve esta tarde.

Mientras tanto Goldman Sachs ha recortado su previsión para la economía de China. La rebaja medio punto, hasta el 4 por ciento, frente al 5,5 que espera el gobierno de Pequín. Para 2023 Goldman espera un aumento del PIB chino del 5,3 por ciento. También JP Morgan ha reducido sus estimaciones para la economía china en tres décimas, hasta el 4 por ciento, mientras Citi ha revisado sus proyecciones para la economía del gigante asiático desde el 5,1 al 4,2 por ciento.

El índice Ibex 35 ha cerrado la sesión en 8.476 puntos, con una tímida subida del 0,01 por ciento. La estrella del día ha sido Siemens Gamesa, que ha subido un 13 por ciento tras conocerse que su matriz, Siemens Energy, prepara una oferta de compra sobre el capital que no controla de su filial, que es un 33 por ciento. Es una OPA que se pagará en efectivo y es de exclusión, es decir, tiene el objetivo de sacar a Siemens Gamesa de la cotización en Bolsa. Hoy el valor ha cerrado rozando los 16 euros por acción, cuando hace diez días apenas superaba los 12,5. Hace un año Siemens Gamesa cotizaba a 29 euros.