La Bolsa devuelve hoy las ganancias que consiguió ayer. El índice Ibex 35 retrocede un 0,3 por ciento tras los primeros movimientos del día Se coloca en 8.810 puntos. Pocos valores han abierto con ganancias. Entre ellos Repsol, al calor de la subida en el precio del petróleo, y Bankinter, que publicará resultados pasado mañana.

Hoy se conocerán el índice de precios industriales en Alemania y el indicador ZEW de confianza empresarial y del inversor en Alemania . Dentro de casa, el Banco de España aporta cifras sobre la deuda de las administraciones públicas y el Tesoro español coloca letras con vencimiento a 3 y 9 meses. Quiere captar 2.500 millones de euros.

La semana pasada el Tesoro colocó letras a 6 y 12 meses. Captó 5.500 millones de euros. Ambos vencimientos continúan con rendimiento negativo. El Tesoro cobra a los inversores que colocan su dinero en estos títulos, pero algo menos que en la subasta anterior. El jueves la tesorería pública realizará su segunda subasta de deuda de la semana. Venderá bonos y obligaciones a 5, 8 y 18 años, con los que espera ingresar hasta 5.000 millones.

La OPEP presenta hoy su informe mensual. El precio del petróleo no ha dejado de subir en las últimas semanas. Supera ya los 88 dólares por barril de crudo del Mar del Norte. Roza sus precios más altos de los últimos siete años. El ejercicio 2021 terminó con el barril a menos de 80. Hace doce meses apenas superaba los 50. Cada vez son más los analistas que esperan ver al oro negro este año por encima de los 100 dólares.

Dentro de casa continúa el goteo de peores previsiones. Lo último es que la Airef, la Autoridad Fiscal Independiente, ha rebajado en cuatro décimas sus previsiones de crecimiento del PIB español, tanto para el año pasado como para el ejercicio en curso. Espera ahora un 5,1 y un 5,9 por ciento, respectivamente.

En el capítulo de resultados empresariales, hoy le toca el turno, entre otras, a las cuentas de Goldman Sachs. Mañana, Morgan Stanley y Bank of America. Y el jueves, dentro de casa, abrirá el fuego Bankinter.

Atención a los bancos centrales asiáticos, que en las últimas horas han mandado mensajes ambivalentes. Por ejemplo, el Banco de Japón ha mejorado sus previsiones de crecimiento para el nuevo ejercicio fiscal, que va de marzo a marzo. Estima un crecimiento del PIB de un 3,8 por ciento, frente al 2,9 que manejaba anteriormente, mientras pronostica un repunte de la inflación un par de décimas, hasta el 1,1por ciento. Sin embargo, ha rebajado sus previsiones de crecimiento económico para el ejercicio 21 desde el 3,4 por ciento hasta 2,8. Y mantiene todas sus medidas de estímulo económico. Ayer mismo el Banco Central de China, preocupado por los primeros síntomas de desaceleración de la economía, redujo sus tipos de interés a un año en 10 puntos básicos, hasta el 2,85 por ciento. Prudencia manda. Y eso que el PIB del gigante asiático ha mejorado un 4 por ciento en el último trimestre, con lo que el ejercicio se cierra con un crecimiento del 8,1 por ciento. La producción industrial ha mejorado un 4,3 por ciento. Son cifras mejores de las que esperaba el mercado.

Sin embargo, hay algunos claroscuros. Las ventas al por menor han aumentado apenas un 1,7 por ciento, que es su ritmo más lento desde mediados del año 2020. El propio presidente chino, Xi Jinping, ha advertido de que una subida de tipos de interés demasiado rápida puede dar al traste con la recuperación económica. Seguramente se refería a las cuatro subidas de tipos de interés que puede realizar este año la Reserva Federal de Estados Unidos. La Fed celebrará consejo la próxima semana. De momento, la rentabilidad de los bonos de EEUU se encuentra ya en el 1,84 por ciento.