El bloque de partidos de izquierdas que apoyó la investidura de Pedro Sánchez le ha exigido que saque a flote la ley de vivienda, encallada en la fase final de su tramitación parlamentaria, porque el PSOE no acepta que el control de rentas se aplique también a los pequeños propietarios, entre otros motivos.
Representantes de Unidas Podemos, ERC, CUP, Bildu, BNG y Más País se han reunido este martes en el Congreso con portavoces de los Sindicatos de Inquilinos, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, CCOO, UGT, Amnistía Internacional y otras organizaciones impulsoras de la ley, a las que han respaldado para que ésta obligue a ofrecer un alquiler social antes del desahucio y garantice una regulación efectiva de los precios.
Todos han coincidido en que el PSOE "tiene que moverse" y en que la prohibición de los desahucios sin alternativa habitacional y la regulación de los precios de alquiler en zonas de mercado tensionado para todos los arrendadores de vivienda, y no solo para grandes tenedores, son los dos puntos imprescindibles que deben aceptar los socialistas para que ellos apoyen la ley y ésta pueda salir adelante.
En una comparecencia conjunta, la diputada de Unidas Podemos Pilar Garrido ha advertido a sus socios de gobierno de que la futura Ley por el Derecho a la Vivienda "tiene que ser un instrumento para que los ciudadanos tengan garantías ciertas ante los jueces".
En nombre de ERC, Pilar Vallugera ha pedido a los socialistas "responsabilidad" y que "cumplan su palabra de que no habrá líneas rojas"; mientras que Íñigo Errejón (Más País) ha argumentado que "lo que ha funcionado en el mercado eléctrico hay que probarlo en los alquileres".