El Banco de España considera que en el momento actual, con una recuperación económica "desigual e incompleta", es necesario que continúe el apoyo público a las empresas, pero sostiene que estas medidas deben centrarse en los sectores que todavía están muy afectados por la crisis.

Además, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, aboga por que el apoyo llegue principalmente en forma de subvenciones e inyecciones de capital, según ha explicado durante su participación en un encuentro virtual del Foro Europeo de Finanzas.

La rápida implementación de estas políticas es y seguirá siendo crucial para prevenir que el impacto temporal de la pandemia se convierta en el cierre de muchas empresas y, por lo tanto, en una pérdida permanente de capacidad productiva.

El objetivo, en última instancia, es que en la crisis actual no se produzca un cierre del crédito como sucedió en el pasado por la situación de algunas empresas y se produzca un endurecimiento de las condiciones financieras o daños graves al sistema financiero.

Hernández de Cos valora las medidas adoptadas por el Gobierno, entre ellas los avales del ICO, porque han evitado que las empresas sufrieran problemas de liquidez tras el estallido de la pandemia, pero advierte de que se ha deteriorado la solvencia por el aumento del endeudamiento y la caída de los ingresos.

Por eso propone que los mecanismos de reestructuración de la deuda sean "más eficientes" con el objetivo de resolver rápidamente los problemas de insolvencia que algunas empresas estarían viviendo, así como desarrollar los mercados de valores para dar entrada con más facilidad al capital.

El gobernador sostiene que la política económica no puede sostener indefinidamente un sector que está destinado a sufrir una reducción de su nivel de actividad, por lo que apuesta por promover y apoyar la adaptación a las nuevas realidades y la reasignación eficiente de recursos entre industrias y empresas.

LOS PRINCIPALES RIESGOS PARA LAS EMPRESAS

La economía española caerá entre el 10,5 % y el 12,6 % este año, según cómo evolucione la pandemia, y en ese entorno "desafiante" la liquidez y la solvencia son los dos principales riesgos para las empresas.

El Banco de España no pasa por alto que algunas entidades pueden exigir intereses más altos y otros directamente pueden optar por recortar la cantidad que están dispuestos a prestar, como sucedió en crisis anteriores, ya que según los cálculos del supervisor el 68 % de las empresas españolas tendrán necesidades de liquidez este año.

El déficit de liquidez del sector empresarial entre el segundo y el cuarto trimestre de 2020 ascenderá a unos 230.000 millones y una parte importante de esas necesidades vendrá de empresas con baja calidad crediticia.

Hasta ahora, las medidas como los avales públicos y la situación del sistema financiero han aliviado las condiciones de financiación, pero la deuda pasó de crecer un 1,3 % en febrero, al 6,2 % en mayo; desde entonces ha habido cierta relajación, ya que en agosto subió un 4,2 % en tasa interanual.

Ese mayor endeudamiento deteriora la solvencia de las compañías, que han visto cómo sus ingresos caían y explica que se espere que alrededor de la mitad de las empresas presenten pérdidas este año, aunque con diferencias sustanciales por sectores.

Ante esa realidad y si las perspectivas económicas se deterioran significativamente, el Banco de España no puede descartar otra ola de rebajas de calificación, en la que las compañías entraran en bono basura, lo que podría exacerbar la crisis.

Y es que los fondos de inversión y las compañías de seguros mantienen la mayor parte de las tenencias de deuda corporativa en empresas con una calificación "BBB", un aprobado, pero un tercio de ellas están en sectores considerados sensibles a las pandemias.

A gran escala la degradación de esta deuda a un estado por debajo del grado de inversión -el bono basura- implicaría una considerable pérdidas potenciales para todo el sistema financiero de la UE, ha advertido Hernández de Cos. EFE