Los títulos del grupo automovilístico Volkswagen se dejaron un 1,06% en la jornada de este martes en la Bolsa de Frankfurt, después de que el consejero delegado de la compañía, Herbert Diess, presentara los resultados correspondientes a 2018 y avisara de que serán necesarios recortes de empleo con el cambio hacia la movilidad eléctrica.

La negociación de este martes de las acciones de Volkswagen se cerró con un precio de 148,8 euros, lo que se traduce en una disminución de 1,6 euros en comparación con los 150,4 euros con los que finalizó la jornada el día anterior.

Las acciones de la corporación automovilística alcanzaron un precio máximo de 152,3 euros este martes, mientras que el suelo se situó en los 148,2 euros.

La dirección de la compañía presentó hoy ante la prensa y los analistas los resultados económicos correspondientes al ejercicio 2018, que fueron adelantados hace unos días, y que arrojaban un beneficio neto atribuido de 11.827 millones de euros, lo que supone un incremento del 5,8% respecto a 2017.

A pesar de la subida, las ganancias de la corporación automovilística se vieron afectadas de forma negativa por un impacto de 3.200 millones de euros vinculado al problema del software que alteraba las emisiones de algunos vehículos del grupo cuando detectaba que estaban siendo objeto de pruebas de laboratorio.

Los ingresos de la multinacional con sede en Wolfsburg alcanzaron 235.849 millones de euros al término del año pasado, un 2,7% de crecimiento, mientras que las ventas de vehículos crecieron un 1,3%, hasta 11,01 millones de unidades.

Durante la rueda de prensa, Diess anunció que la corporación ha ampliado de 15 a 22 millones de unidades la previsión de producción de vehículos con tecnología eléctrica para la próxima década de todas sus marcas. Así, el grupo lanzará hasta 70 modelos eléctricos para el año 2028, 20 modelos más de lo previsto inicialmente.

La compañía automovilística prevé invertir 44.000 millones de euros en electromovilidad, conducción autónoma, nuevos servicios de movilidad y en la remodelación de sus plantas y estima reducir un 30% para 2025 la huella de dióxido de carbono (CO2) de su flota respecto a 2015.

El consejero delegado del grupo afirmó, no obstante, que la electromovilidad tendrá consecuencias y advirtió de que la fabricación de un automóvil eléctrico implica un 30% menos de esfuerzo que un modelo de combustión interna. "Necesitaremos hacer recortes de empleo", subrayó.

"Para hacer que la movilidad eléctrica sea asequible para la mayor cantidad de personas posible, es necesaria la producción a gran escala. Utilizaremos nuestras nuevas plataformas eléctricas para construir hasta 22 millones de vehículos en los próximos diez años", ha insistido Diess.

Para impulsar su ofensiva eléctrica, la multinacional germana ha abierto a terceros la producción de su plataforma modular eléctrica MEB y ha contratado a LG Chem, SKI, CATL y Samsung como proveedores de celdas de batería.

Además, en vista al aumento constante de la demanda de vehículos eléctricos, Volkswagen también está estudiando la posibilidad de participar en la fabricación de celdas de baterías para este tipo de modelos en Europa.