El secretario general de UGT de España, Pepe Álvarez, ha asegurado este martes que no aceptará como "preliminares" las negociaciones sobre la reforma laboral llevadas a cabo hasta ahora, sino como un punto de partida, y ha rechazado cualquier "derecho de veto" de la CEOE.

En declaraciones a los periodistas, Álvarez se ha mostrado preocupado por el estado de las negociaciones, que están profundizando en las desavenencias entre los socios de coalición, y ha dejado claro: "En ningún caso vamos a considerar como preliminares las que se han realizado hasta ahora, sería una falta de respeto para los agentes que hemos participado en ellas".

"Me preocupa que perdamos un tiempo valioso sin avanzar más en la negociación por razones que no son fáciles de entender", ha subrayado, para pedir a continuación al Ejecutivo que "decida quien representa al Gobierno porque la negociación es con el Gobierno".

El líder de la UGT ha hecho estas observaciones en relación con las diferencias entre los dos socios de Gobierno (PSOE y Unidas Podemos) sobre el contenido de la reforma laboral, en la que aún no hay acuerdo entre ellos.

Al mismo tiempo, ha mostrado la disposición del sindicato a llegar a "consensos", aunque ha rechazado que ni los sindicatos ni la patronal CEOE puedan ejercer un "derecho de veto".

Álvarez, que ha participado en una asamblea de delegados del sindicato en Cataluña, ha advertido: "No nos van a regalar nada".

Ha augurado que los sindicatos se tendrán que movilizar para avanzar, ya no solo para negociar con el Gobierno, sino también para hacer frente a la patronal.

"La patronal -ha dicho- ya no habla de convenios colectivos pero la inflación está disparada y los salarios están perdiendo poder adquisitivo y éste se debe recuperar en los convenios colectivos".