“Llevamos más de 4.700 horas de vuelo en el cielo africano, más de 560 misiones, más de 12.500 pasajeros y casi 12.000 toneladas de carga, que no está mal para transporte táctico”, cuenta desde Libreville el capitán Oscar Javier Sánchez Vicente. El capitán Vicente es el oficial de información pública del Destacamento Mamba que -entre otras misiones- da apoyo logístico al G5 Sahel, un grupo creado en 2014 por Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania y Níger para reforzar la cooperación regional y hacer frente juntos a retos como el terrorismo, el crimen organizado o el tráfico de seres humanos. En 2017 se dio un paso más y se formó una Fuerza Conjunta Transfronteriza G5 Sahel para combatir a los grupos terroristas que actúan en estos países.

Del Destacamento Mamba forman parte alrededor de 50 militares y un avión de transporte C-295, y tiene su base en Libreville, capital de Gabón. Su misión “se centra en la contribución al transporte intrateatro de apoyo a Francia y su colaboración con el grupo G5S, el grupo de cinco naciones del Sahel, enlazado con la operación Barkhane”, dice el capitán Vicente. La operación Barkhane -conocida inicialmente como Serval- fue lanzada en enero de 2013 por el ejército francés para expulsar a los grupos yihadistas que se habían apoderado de buena parte de Mali. Además, este destacamento del Ejército del Aire también interviene en las misiones de la ONU y la Unión Europea en la República Centroafricana.

“Hacemos transporte logístico, y ahí se engloba el transporte de material y personal, en general personal militar”, señala. Trasladan “cargas para el aprovisionamiento de personal, víveres, y los medios necesarios para el mantenimiento de infraestructuras, tiendas, equipos sanitarios, repuestos... y cuando nos es requerido – en contenedores especiales- se transporta armamento”. Explica el capitán Vicente que operan “en la zona subsahariana, desde Senegal hasta lo que es la selva ecuatorial de la RCA, una franja de 4.500 por 2.500 kilómetros”, y los trayectos más largos son a veces de hasta diez horas de vuelo. En esta parte del mundo son frecuentes las tormentas en los vuelos, “es una zona de pluviometría muy alta, la zona ecuatorial, zona de tránsito al Sahel; en algunas ocasiones las tripulaciones y los T-21 -como se conocen los C-295 en la nomenclatura militar- deben rodear núcleos de tormenta que pueden ser tan grandes como países”, según el oficial de información pública del contingente español desplegado en Libreville.

El despliegue del Destacamento Mamba fue aprobado en diciembre de 2013, pero la misión en sí se puso en marcha en febrero de 2014.