El ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, se ha unido esta noche al Festival de Málaga, arropando con su presencia el esfuerzo del audiovisual español por seguir adelante y ha considerado que "el cine se reivindica como una necesidad en tiempos de crisis".

"El cine español está dando un gran ejemplo de responsabilidad y de fortaleza", ha dicho el ministro en el photocall de autoridades de la jornada inaugural del 23 Festival de Málaga, que se trasladó al palacio Gran Hotel de Miramar para poder garantizar las medidas de seguridad necesarias a causa de la pandemia.

En el mismo entorno se dieron cita los directores de los principales festivales de cine del país, incluido el único de Clase A de España, el Internacional de Cine de San Sebastián, José Luis Rebordins, a los que se sumó el presidente de la Academia, todos ellos en defensa de la campaña del ICAA que trata de llevar a los espectadores a las salas.

El ministro ha felicitado personalmente al director del Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar, a la ciudad de Málaga, a la Academia de cine, representada por su presidente, Mariano Barroso, "y a todo el mundo del cine por este compromiso", ha dicho, y ha dejado testimonio fotográfico de esos encuentros en las redes.

Rodríguez Uribes acudió asimismo al estreno de la película inaugural, "La boda de Rosa", dirigida por Iciar Bollaín y protagonizada por Candela Peña, de la que ha dicho a la salida, según ha publicado en su cuenta de Twitter, que es "una película kantiana sobre la autonomía del ser".

El ministro de Cultura ha destacado también en un tuit que el Festival de Málaga se ha convertido hoy en "punto de encuentro del cine español".

Como muestra de ello, Rodríguez Uribes ha posado junto al grupo de responsables de los festivales de cine, entre los que se encontraba Javier Angulo, director de la SEMINCI; Ángel Sala, responsable del Festival de Cine Fantástico de Sitges, y José Luis Cienfuegos, director del Festival de Cine Europeo de Sevilla.