Lograr que el títere sea considerado un arte mayor y demostrar que una actividad tan tradicional es cada vez más vanguardista es el reto que tiene por delante la Federación de España de la Unión Internacional de la Marioneta (Unima).

Segovia acoge desde ayer y hasta el domingo el congreso anual que celebra la agrupación y que sirve para analizar el sector y fijar los objetivos de futuro.

La presidenta de Unima Madrid, Patricia Arroyo, encargada de organizar esta edición ha explicado en declaraciones a Efe que uno de los principales desafíos que tiene por delante el sector es que los títeres "dejen de estar relegados a la calle o a las salas pequeñas de los teatros".

Para ello, en primer lugar tiene que dejar de considerarse un entretenimiento infantil porque, a su juicio, "no lo es", sino que son espectáculos cada vez más destinados al público adulto.

Por otra parte, sería necesario impulsar un centro estatal del títere que ponga en valor este arte que, tal y como ha indicado, tiene que estar al mismo nivel que la danza, el teatro o la música, además, sería interesante la creación de un festival nacional o de unos premios de prestigio para titiriteros, ha subrayado.

En la misma línea, ha destacado el gran paso que supone que la agrupación de Unima en Castilla y León haya decidido salir de su letargo después de cerca de diez años, ya que es una forma de impulsar este arte en la Comunidad y de fomentar que las marionetas llegue hasta ámbitos tan diversos como la educación, también permitirá que favorezcan talleres formativos para profesionales.

El relevo generacional está dando esperanzas a un sector que cada vez apuesta más por la innovación y mezcla las tradicionales marionetas con las últimas tecnológicas, efectos especiales y recursos audiovisuales, así como con otras artes como la danza o la música.

Unos recursos que, según Arroyo, están contribuyendo a desterrar la falsa creencia de que son espectáculos infantiles de rango menor, cuando en realidad son capaces de cautivar a todo tipo de público, ya que tienen la capacidad de contar historias de lo más diversas.

A lo largo del congreso, al que han asistido más de una treintena de profesionales, los titiriteros emergentes tiene la oportunidad de relacionarse con los más veteranos del sector y todos ellos podrán descubrir como funcionan las ayudas y subvenciones para crear y distribuir espectáculos, así como los aspectos más valorados por los distribuidores a la hora de seleccionar las obras.