Tarragona inicia mañana la vigésima tercera edición del festival de recreación histórica Tarraco Viva que, hasta el 30 de mayo, celebrará 220 actos con el hilo conductor de los idus de marzo y el asesinato de Julio César.

Este episodio histórico servirá para abordar también el alud de falsas informaciones que generó en su época, no tan distintas del contexto actual de noticias manipuladas.

Tarraco Viva siempre muestra un paralelismo entre la vida romana clásica y nuestro tiempo porque uno de los objetivos es demostrar que conocer el pasado ayuda a comprender el presente, recuerda el director del festival, Magí Seritjol.

El asesinato del César supuso precipitar el fin de la República y desatar los populismos y el autoritarismo, de naturaleza muy similar a los actuales, al explotar con afán de poder las desigualdades sociales y la crisis económica.

Uno de los actos más esperados es el espectáculo de lucha de gladiadores, suspendido el año pasado por la pandemia. La pasada edición tuvo que hacerse digitalmente y en esta un 35% del programa mantiene este formato.

Tarraco Viva cuenta con un presupuesto de 275.000 euros y moviliza a más de mil personas, aparte del público.

La clausura será un espectáculo en el que se pide la máxima participación de los asistentes: el juicio a los asesinos de Julio César.