La periodista Rosa María Calaf ha afirmado que, cuando se habla de igualdad, "no es contra los hombres ni contra nadie, sino que esta es una lucha por los derechos de las personas, un mensaje en el que hay que insistir "para desmontar la voluntad de descrédito hacia la lucha feminista.

La veterana reportera, quien ha impartido en Pamplona la conferencia "Contando el mundo en femenino", ha aseverado, en una entrevista con Efe, que los medios de comunicación han mejorado en el tratamiento de los casos de violencia contra las mujeres, pero no en la medida que deberían.

Los medios tendrían que hacer un examen de conciencia y ponerse las pilas, ha subrayado, para añadir que la violencia machista no es un suceso, ya que esta lacra tiene que ver con un atentado a los derechos humanos esenciales y universales.

Por tanto, ha instado a buscar fuentes autorizadas y reflexionar sobre las causas del problema. Esto es síntoma de qué tipo de sociedad tenemos, ha precisado.

Ha considerado, sobre la utilización del lenguaje inclusivo, que se deben evitar los extremismos y las exageraciones, ya que el riesgo es que se acabe hablando de la anécdota, en lugar de ir al fondo de la cuestión.

En cualquier caso, ha estimado absolutamente necesario que se utilice este tipo de lenguaje lo máximo posible y también que se feminicen las palabras "que lo requieran.

La excorresponsal de TVE ha sostenido que el deporte es el reflejo más evidente de la sociedad androcéntrica que considera que lo que hacen las mujeres tiene menos importancia y valor y hay que prestarle menos atención.

Eso no es así y debemos cambiarlo, ha incidido, al tiempo que reclama apostar por la educación, ya que, a su juicio, es la única manera de cambiarlo.

En esta línea, ha instado a educar en el colegio y en las familias, porque lo que uno ve es muy importante y también por visibilizar a las mujeres en ámbitos como el deporte o la ciencia.

Respecto a la reacción de la sociedad, sobre todo de los jóvenes, tras la polémica sentencia de La Manada, ha indicado: La gente se dio cuenta de que claramente algo funciona mal, y fueron hombres y mujeres y de edades muy diversas.

No obstante, Calaf considera que se debe tener cuidado en que esa reacción no se convierta en una tendencia, tipo moda en el sentido de que es lo que hay que hacer porque queda bien.

Lo más importante, ha añadido, es saber que peleamos por los derechos básicos, universales y humanos de las personas.