El Conde de Montecristo es una obra histórica. El autor Alexandre Dumas supo materializar perfectamente una historia de honor y venganza. Al principio fue publicado en dieciocho partes en Journal Des Débats. Al ver que se trataba de una historia que funcionó especialmente bien, se tomó la decisión de publicarlo en forma de novela.

Lo que no muchos saben es que el autor de la obra tuvo un claro ejemplo a seguir y supo inmortalizar una figura fundamental en su vida en la de su obra: en su padre. Así es como Dumas consiguió forjar al famoso Conde de Montecristo.Thomas-Alexandre Dumas, el padre del autor de la obra, fue el primer militar negro en Europa, que pudo ascender al grado de general. De hecho, llegó a comanda a muy corta edad con solo 31 años, un ejército de más de 50.000 hombres durante la campaña de Italia.

La historia del general Thomas-Alexandre Dumas

Thomas-Alexandre Dumas fue el hijo ilegítimo de un aristócrata de Santo Domingo, el marqués Alexandre-Antoine Davy de la Pailleterie y una de sus esclavas negras, Marie-Cesette Dumas. Eso explicaría los rasgos afroamericanos que presentaba el autor de El Conde de Montecristo.

Su padre estaba al servicio del gobierno francés como general de artillería. Al igual que sus hermanos, fue vendido por su padre, que tenía la gran necesidad de volver a Francia. Posteriormente los recuperó y se los llevó con él a París, donde se codeó con los más jóvenes aristócratas de la ciudad. Su padre le dio una educación como la que recibían los nobles de la época y se formó en una academia militar.

En el año 1786, Alexandre tuvo una fuerte disputa con su padre, el cual le desheredó. Fue entonces cuando tomó la decisión de alistarse en el ejército francés, más concretamente en el regimiento de dragones de la reina. Entró como un soldado normal y con el fin de proteger la reputación aristócrata de su familia, optó por usar el apellido de su madre. Así fue como pasó a ser Alexandre Dumas.

El general que plantó cara a Napoleón

El general Dumas destacó rápidamente en el regimiento de infantería. Gracias a su gran estatura —medía más de 1,85 metros— y su habilidad con el manejo de las armas, Dumas ascendió rápidamente y se ganó el apreció de muchos compatriotas y compañeros.

A mediados de 1792, Alexandre era ya coronel de la legión franca de los Americanos y del Midi. Sus logros no terminaron ahí. Apenas unos meses después fue ascendido a a general y obtuvo el mando del Ejército de los Alpes en 1793.

Tres años después se unió al ejército italiano liderado por Napoleón Bonaparte. No obstante, a pesar de mantener alguna que otra trifulca con miembros del ejército, Alexandre mantuvo siempre su prestigio militar. De hecho, el propio Bonaparte le concedió el sobrenombre de “Horacio Clolcès del Tirol”, proveniente de un héroe romano.

Dumas fue uno de los primeros en acceder a la ciudad de Alejandría, que sirvió para estrechar sus lazos con Napoleón. No obstante, tras un desencuentro con el general francés por decirle exactamente lo que pensaba. A raíz de aquello, mientras regresaba a Francia desde Egipto, la embarcación de Dumas naufragó cerca de Italia, donde fue retenido durante dos años. Fruto de las torturas que sufrió se quedó cojo, medio ciego y sordo, y con una úlcera de estómago que le acabaría llevando a la muerte cuando su hijo tan solo tenía cuatro años.

El verdadero origen del Conde de Montecristo

La historia del general Dumas ha sido desconocida hasta que el escritor estadounidense Tom Reiss investigó y recuperó la historia del general. “Me encontré con la vida del general Dumas cuando era chico, porque me gustaban tanto las obras de su hijo que busqué sus memorias”, dijo Reiss en declaraciones a la BBC.

En este sentido también se refirió a la figura del general: “En las primeras 200 página solo habla de este hombre extraordinario, su padre, que parece una combinación de D'Artagnan con Edmundo Dantés, Porthos, un poco de Aramis, todos en un mismo personaje”. Recordemos que el hijo, Alexandre Dumas, también es mundialmente conocido por escribir Los Tres Mosqueteros.

Su nombre se fue apagando hasta quedar, en muchos casos, en el olvido. Sin embargo, gracias a su hijo, esta figura pudo perdurar durante años hasta convertirse una obra referente alrededor de todo el mundo.